La piel deshidratada es una de las consecuencias más frecuentes por la acción de determinados factores como la contaminación o el sol. Cuando la piel se encuentra en este estado, parece visiblemente más tirante y su aspecto es menos saludable. A continuación, te explicamos cómo la deshidratación afecta a la piel de muchas mujeres de más de 50 y cómo cuidarla para evitar su aparición.
¿Cómo reconocer una piel deshidratada? Síntomas más comunes
La piel deshidratada presenta unos síntomas muy evidentes y visibles, que indican que los niveles de hidratación no son los adecuados. Entre los signos más comunes se encuentran la textura áspera de la piel y sequedad. Tal vez notes que tu piel está apagada e incluso se descama, provocando picor e irritación.
En el rostro podrás reconocer diferentes zonas, por ejemplo, en los ojos es muy frecuente la presencia de ojeras. Asimismo, las arrugas también indican deshidratación, aunque no siempre van asociadas a la edad, sino a diversos factores que inciden en su aparición. Otros de los síntomas son las estrías, que pueden aparecer en diferentes zonas de tu cuerpo.
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Causas de la deshidratación
Hay determinados factores que influyen en la salud de tu piel, entre ellos podemos encontrar los factores medioambientales como son el frío, el calor, el viento o el sol. Asimismo, la contaminación y otros agentes externos como el tabaco o el alcohol también pueden deshidratar la piel.
Incluso algunos aspectos emocionales como el estrés o el cansancio pueden influir. De hecho, si no descansas bien es probable que aparezcan ojeras y bolsas en el contorno de los ojos. Y aunque no seamos conscientes, hay determinados fármacos o cosméticos que también están relacionados con este problema.
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Diferencias entre piel deshidratada y piel seca
No podemos confundir los conceptos de piel deshidratada y piel seca, ya que la deshidratación es un estado que no es permanente y que es reversible con determinados tratamientos y acciones. Es una alteración de la piel debido a la falta de agua.
Sin embargo, la piel seca o muy seca, es un estado de la piel que se mantiene de manera constante. La piel seca se caracteriza no solo por la ausencia de agua, sino por la falta de lípidos. Este tipo de epidermis puede tratarse para que mantenga un mejor aspecto, pero no se puede corregir.
Aunque ambas comparten algunos síntomas como la sensibilidad, la tirantez o el envejecimiento prematuro, no son dos estados iguales.
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Consejos para mantener una correcta hidratación y cuidado de la piel
– Mantén una rutina de higiene. Cada día debes procurar mantener la piel limpia y fresca, por lo que te recomendamos utilizar productos específicos como el agua micelar. También puedes usar jabón específico y aclarar siempre agua tibia.
– Utiliza una crema de hidratación intensiva. El uso de una crema hidratante y regeneradora te ayudará a mantener los niveles de agua adecuados en la piel. Por la noche, también puedes utilizar una crema específica.
La línea «Hydrance» de Avène está indicada para pieles sensibles deshidratadas. Su sérum la recarga de Agua termal de Avène de forma intensa y duradera. Su textura aqua-film deja la piel envuelta en un velo de frescor.
– Protege la piel. Utiliza crema con protección solar para evitar posibles daños o quemaduras en la piel. El sol es uno de los factores que más afecta a la salud de la piel, por lo que debes evitar las horas de mayor radiación y aplicar crema protectora antes de salir al exterior.
– Cuida tu alimentación, bebe suficiente agua y descansa. Un estilo de vida saludable es básico para mantener la piel en buen estado, para ello debes descansar 8 horas diarias, beber agua y mantener una dieta rica en nutrientes y vitaminas.
En definitiva, la piel deshidratada es uno de los problemas más frecuentes en la salud de la piel. Identificando los síntomas y corrigiendo determinadas acciones podemos lograr una piel saludable e hidratada, con un mejor aspecto.
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