El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta Picasso Lautrec, la primera exposición monográfica dedicada a la comparación de estos dos grandes maestros de la modernidad.
Antes incluso de llegar a Paris Picasso ya se sentía atraído por Lautrec. Los dos eran artistas interesados por la noche, los bajos fondos, el mundo del cabaret, luego había una gran sintonía entre ellos de punto de vista artístico que se notaba por su interés por el dibujo, la caricatura y por buscar nuevas paredes por pintar.
El profesor Francisco Calvo Serraller comisario de la exposición explica: “Picasso era un depredador de imágenes, de una cierta manera cuando se hace vanguardista es gracias a Lautrec.”
Los dos hombres no llegaron a conocerse. Cuando Picasso visitó París por primera vez, en octubre de 1900, Lautrec ya estaba muy enfermo y moriría prematuramente un año después.
El dominio del dibujo sería una de las claves que daría sentido a la obra de ambos y
lo que se ve en la exposición se aleja del académico, figuras alargadas, sin volumen ni perspectivas y colores irracionales que influiran en toda la obra de Picasso.
Todo lo que hemos contado hasta aquí ya se sabia pero nunca lo habíamos visto así, más de 100 obras de Picasso y de Toulouse Lautrec confrontadas en un diálogo intemporal.
Dividida en cinco apartados temáticos que enlazan simbólica y formalmente los mundos de ambos artistas -Bohemios, Bajos fondos, Vagabundos, Ellas y Eros recóndito-, Picasso Lautrec es también una ventana para observar cómo se ha fraguado la evolución del arte contemporáneo.
Tenéis hasta el 21 de enero del 2018 para ver las 112 obras que componen esta exposición.
Horario: de martes a domingo, de 10 a 19 horas; sábados, de 10 a 21 horas. Último pase una hora antes del cierre.
Entrada general 12 euros.
Para evitar la cola podeis comprar las entradas en la web del museo
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