Ya me lo decía mi madre cuando algo le disgustaba: «se te va a caer el pelo». Profecía cumplida; después de los 50 el pelo se cae y es una de mis preocupaciones, junto a la pérdida de densidad y mi lucha (inútil) con las canas.
Tres signos que nos anuncian que el tiempo pasa, que aquella melena larga y densa sólo la veré en las fotos de infancia y que debo cuidar de mi pelo, mimarlo y quererlo como un tesoro preciado.
Es verdad que el cabello es un tesoro, nos protege, nos adorna y tantas veces nos personaliza, habla por sí solo. Una dieta sana, vigilar el estrés y nuestras hormonas acudiendo a un médico después de los 50 ayudan a que el champú anticaída funcione.
Mi madre también me decía: «hija el pelo y los zapatos siempre impecables», quizás eso influyó en que fueran dos de mis obsesiones y, lo mismo miro zapatos que me intereso por tratamientos capilares sin parar.
Encontrar el champú anticaída perfecto no es fácil
No solemos ser pacientes; no insistimos, no esperamos, no dedicamos el mimo necesario a algo tan importante como es el pelo; lo maltratamos con tintes, secadores y planchas más que con champús y acondicionadores adecuados.
Algo tan sencillo como darse un masaje en el cuero cabelludo para activar la circulación sanguínea , que suele estar rígido y como pegado al cráneo, le sienta de maravilla al pelo.
Un día en la peluquería, mientras el peluquero tocaba mi «pelo en baja forma» me dijo: «tu tienes pelazo, pero no estás usando el producto adecuado; si tu cabello se cae, está débil, se rompe es culpa tuya … veamos qué estás haciendo mal».
En aquel momento, me hubiera gustado salir corriendo, pero decidí escuchar y aplicar sus consejos con mimo, porque si tengo pelazo, eso se tiene que ver.
Desde aquel día me dediqué a buscar los mejores champús anticaída que funcionan y a punto estoy del pelazo.
Delia Rubio
A mi me funciona muy bien uno que contiene Argan
Champú laroche y cápsulas augmentum combinación espectacular contra la alopecia.