En Mallorca se entrelazan rutas gastronómicas que deleitan el paladar con sabores únicos y rutas culturales que transportan a través de siglos de historia, patrimonio o literatura. Desde los mercados locales que despiertan los sentidos hasta los pueblos pintorescos que narran historias ancestrales. La literatura y el buen comer son solo dos buenos ejemplos de las rutas que se han construido en el destino balear a través de las diferentes temáticas que comprenden.
Foodies y entusiastas de la literatura son dos de los principales públicos que pueden disfrutar de las rutas mallorquinas este verano 2023
Rutas gastronómicas de Mallorca
Tierra de buen comer, Mallorca tiene un sinfín de trazados relacionados con el mundo de la gastronomía, el vino y otros productos. El aceite de oliva es uno de los tesoros más considerados de Mallorca y tiene un conjunto de rutas oleoturísticas que además de poder admirar los paisajes de olivos – un auténtico museo al aire libre – también tiene diversos agroturismos y otros edificios como posibles paradas en las cuales degustar el aceite. Todas ellas son caminatas muy cortas y sin dificultades técnicas.
Por supuesto, el destino balear también puede explorarse a través de sus vinos y las 70 bodegas que se reparten por toda la isla, especialmente en las zonas de Binissalem y Pla i Llevant, que son, asimismo, el nombre de las dos únicas denominaciones de origen vinícolas del destino balear.
En el caso de la primera, tiene hasta 13 bodegas, muchas de las cuales pueden visitarse. Además de producir vinos de la DO, también exite la etiqueta de Vi de la Terra de Mallorca, que solo puede darse a los vinos elaborados íntegramente con uvas producidas en Mallorca y envasados allí. En la comarca de Binissalem también pueden descubrirse pueblos como Santa Maria del Camí, Sencelles o Santa Eugènia, que conservan un valioso patrimonio arquitectónico y cultural.
Asimismo, en la DO Pla i Llevant hay otras 13 bodegas a conocer, que se reparten en 450 hectáreas de viñedos. En pueblos como Algaida, Artà, Felanitx, Manacor o Sineu se pueden catar algunos de los mejores vinos de la zona, ‘nacidos’ de unas viñas que crecen prácticamente al mismo nivel del mar.
Estos espacios gourmet, que se han popularizado en los últimos años en diversas ciudades del mundo, son idóneos para degustar platos tanto de la gastronomía local como de cocinas internacionales, para comprar productos frescos y para tomarle el pulso a una ciudad, pues suelen expresar el carácter del barrio en el que se encuentran.
Tres mercados gastronómicos para oler, probar, sentir y llevarse a casa la esencia culinaria de Palma
Os vamos a enseñar tres direcciones de Palma donde locales y visitantes se reúnen para comprar los productos que ofrece el campo mallorquín, degustar sus platos más emblemáticos y dejarse sorprender por nuevos sabores, mirar, oler y tocar, preguntar y que te pregunten.
Mercado del Olivar
Este amplio y luminoso mercado, ubicado en pleno centro histórico de Palma, encarna la esencia de la gastronomía mallorquina; además, lo tiene todo. Desde una amplia variedad de productos frescos, como pescado y mariscos o frutas y verduras cultivadas localmente, hasta una selección de bares y restaurantes para sentarse a degustar una tapa con una cerveza o unas ostras con una copa de vino. Por sus pasillos discurren deliciosos aromas y animadas conversaciones entre puestos auténticos y bares más modernos.
Construido en 1951, el Mercat de l’Olivar dispone de puestos de frutas y verduras, pescados y mariscos, carnes y aves, quesos y embutidos, entremezclados con cerca de una veintena de locales que conforman su amplia oferta gastronómica junto con su renovada galería comercial.
Mercat 1930
Ubicado en el Paseo Marítimo de Palma, el Mercat 1930 ofrece una experiencia gastronómica única en un ambiente moderno y sofisticado. Este mercado de estilo industrial, abierto en 2017, apuesta por mezclar la cocina mallorquina con las últimas tendencias y la gastronomía internacional; desde las tapas mediterráneas hasta el embutido ibérico, pasando por los tacos mexicanos, el sushi o el curry thai. El Mercat 1930 es el lugar ideal para aquellos que buscan una experiencia culinaria diversa y contemporánea en Palma de Mallorca.
El espacio, donde antes se ubicaba el restaurante 1930, cuenta con una decoración de inspiración industrial de líneas austeras y sencillas de la mano del interiorista mallorquín Jorge Bibiloni. Además, incorpora una amplia terraza con vistas al mar, donde los visitantes pueden disfrutar de su comida mientras se maravillan con el paisaje costero.
Mercado de Santa Catalina
El pintoresco Mercat de Santa Catalina es un tesoro gastronómico ideal para comprar productos frescos y, de paso, tomarse unas cañas en un ambiente único. Situado en el barrio homónimo, este mercado cuenta con una gran variedad de puestos de comida donde se pueden probar especialidades locales, como tapas, embutidos, quesos y deliciosos postres. Paseando por los pasillos del mercado, se nota la frescura de los productos locales y el ambiente animado y acogedor que lo caracteriza, un punto de encuentro vibrante y lleno de color.
Además, se integra perfectamente en su barrio, de aires modernos y cosmopolitas, con clientes de todas las nacionalidades. Conserva, eso sí, puestos y espacios que mantienen su personalidad local e isleña. Su proximidad con la Lonja hace muy recomendable probar el pescado, si bien sus carnicerías premium seducen al instante. Los sábados es un lugar muy concurrido para tomar algo o degustar vinos y quesos; sin prisas, eso sí, que en Palma solo hay que dejarse llevar.
Rutas literarias en Mallorca
La isla ha sido la tierra natal e inspiracional de muchos escritores, con lo que no es extraño que en la isla haya hasta siete rutas literarias para descubrir qué lugares pisaron e inspiraron a grandes autores nacionales e internacionales.
Además de los ocho museos que se contemplan en el total de los siete caminos, cada ruta en concreto recorre un trozo de la isla y puntos en particular que tienen algún vínculo con escritores del calibre de Rubén Darío, Julio Verne, Ramon Llull, Agatha Christie o Josep Pla.
• Ruta 1: Es la única que recorre la capital, Palma, a través de calles estrechas, campanas y plazas, con autores de géneros muy distintos. Algunas de sus paradas son La Llotja, la Plaza de la Reina o el Barrio Judío.
• Ruta 2: La más corta de todas, que va de Deià a Valldemossa, recorre la Sierra de la Tramuntana, tanto la zona de mar como la de montaña.
• Ruta 3: Transcurre por las comarcas de Raiger y Traumuntana y está vinculada a la literatura más de leyendas, con paradas como Avenc de Son Pou o el Galatzó.
• Ruta 4: Probablemente, el trazado donde más prima el paisaje, ya que se recorre de Pollença a Formentor.
• Ruta 5: De Porto Colom a Lluc Major, con otras paradas de gran importancia como Felanitx, es uno de los trayectos con más presencia para los autores mallorquines.
• Ruta 6: Con Manacor como epicentro de la ruta, el trayecto invita a subir algunas torres (Ses Puntes. Sa Torre y Enganistes) y también visitar las reconocidas Cuevas del Drach.
• Ruta 7: Basada en los cancioneros populares de Mallorca.
Más información: https://www.mallorca.es/
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