Según el último informe de Skyscanner, en 2025 los viajeros españoles se inclinarán por experiencias compartidas, eventos deportivos de primer nivel, contacto con la naturaleza, cultura y escapadas de bienestar físico y mental. Además, el auge de las comunidades virtuales, el redescubrimiento de tradiciones y el creciente interés por el cielo nocturno influirán en las preferencias de los turistas sobre donde viajar para el próximo año.
Las 7 tendencias de viajes para 2025, según el informe de Skyscanner
A continuación, presentamos las siete tendencias más destacadas que, según Skyscanner, marcarán el panorama turístico en 2025.
El turismo deportivo
La conexión entre viajes y deporte está más fuerte que nunca. Programas que muestran el lado más humano de las competiciones, como documentales sobre Fórmula 1, golf o tenis, han despertado el interés por vivir estos eventos en directo. El crecimiento de la audiencia impulsada por plataformas de streaming y redes sociales ha originado un público ávido de pisar los mismos circuitos, campos y estadios que sus ídolos.
Esta fiebre por el deporte no se limita a un solo género ni franja de edad. La inclusión del deporte femenino en la agenda internacional, con audiencias en aumento, demuestra que la diversidad ha llegado para quedarse. Así, destinos tan emblemáticos como Mónaco, Baréin, Japón o Canadá se convierten en objetivos de viaje para quienes desean sentir la adrenalina de la competición en primera persona.
El turismo de bienestar
El turismo de bienestar trasciende el simple spa o la escapada de relax. Hoy en día, los turistas buscan integrar a largo plazo hábitos saludables en sus vidas. Los viajeros priorizan su salud física y mental, eligiendo retiros para resetear mente y cuerpo, mejorar su alimentación y establecer rutinas de sueño y ejercicio.
Esta tendencia se ve reflejada en un mayor interés por destinos que ofrezcan entornos ideales para la meditación, el yoga, el ejercicio al aire libre o la gastronomía saludable. Regiones como Tailandia, Filipinas o Maldivas se sitúan a la cabeza en la lista de opciones, brindando marcos idílicos para combinar la práctica deportiva con la contemplación de paisajes únicos.
El turismo de arte
La forma de disfrutar el arte y la cultura ha cambiado. Se impone lo inmersivo, lo interactivo. En lugar de contemplar pasivamente una obra, ahora los viajeros quieren formar parte de la experiencia. Museos digitales, exposiciones multimedia y espectáculos envolventes multiplican su popularidad.
Esta transformación atrae especialmente a las generaciones más jóvenes, que valoran la interacción y la emoción compartida. Experiencias con proyecciones, sonido envolvente y montajes sorprendentes crean la ilusión de atravesar el lienzo o entrar en la mente del artista. El objetivo principal de los turistas es entender el arte no solo como un tesoro patrimonial, sino como una vivencia colectiva que inspira y conecta.
El turismo vaquero
La estética del Salvaje Oeste, impulsada por la música country y las series televisivas, está seduciendo a una audiencia joven y curiosa. Esta tendencia «cowboy» no solo abarca la moda y la música, sino también las vivencias en entornos rurales, la equitación y las noches a la luz de la hoguera.
Con una creciente demanda de alojamiento en ranchos, experiencias ecuestres y contacto con la naturaleza, destinos tradicionales del mundo vaquero como Montana, Wyoming o Texas, en Estados Unidos, reciben mayor atención internacional. Además, las herramientas digitales permiten filtrar hoteles según actividades específicas, como montar a caballo, lo que facilita la planificación de una escapada con aroma a cuero, campos abiertos y cielos estrellados.
El turismo espacial
La fascinación por el universo, las estrellas y los fenómenos astronómicos, como eclipses o auroras boreales, inspira viajes hacia «cielos oscuros» donde la vía láctea se muestre en todo su esplendor. Destinos como los fiordos noruegos, Hawai o Escocia destacan para contemplar espectáculos celestes.
Esta tendencia combina ciencia, admiración estética y búsqueda de la maravilla natural, motivando a los viajeros a alinear sus itinerarios con los calendarios astronómicos para no perderse ninguno de los acontecimientos celestes previstos para 2025.
El turismo botánico
En tiempos marcados por el exceso digital, reconectar con la naturaleza se convierte en un antídoto revitalizante. La jardinería, la observación de florecimientos espectaculares, la visita a campos de lavanda o tulipanes, e incluso el simple placer de caminar por jardines botánicos están ganando relevancia.
Cada vez más personas incluyen en sus planes de viaje actividades relacionadas con lo natural, impulsadas por la necesidad de autenticidad y equilibrio. Las temporadas de cerezos en flor o las floraciones masivas de tulipanes atraen la atención global. Esta corriente «verde» se consolida como una alternativa tranquila, contemplativa y reparadora.
Y por fin el turismo de gaming
El sector de los videojuegos se prepara para un gran año. Los lanzamientos previstos y el desarrollo de las comunidades gamer en línea fomentan que muchos apasionados busquen experiencias de viaje relacionadas con su afición. Ferias internacionales, torneos de e-sports y eventos temáticos generan un flujo de viajeros motivados por compartir su entusiasmo con otros aficionados.
La inspiración virtual se traslada al plano real: desde rutas inspiradas en escenarios de ficción hasta la asistencia a campeonatos Pokémon o ferias gaming en grandes ciudades. Esta tendencia une la tradición del viaje con la cultura digital, demostrando que el ocio interactivo se integra cada vez más en la vida cotidiana.
Mirando hacia el futuro: innovación, sostenibilidad y diversidad
En 2025, la industria turística seguirá abordando desafíos económicos, geopolíticos y medioambientales. Las compañías aéreas adoptan tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial, para personalizar las opciones de viaje y ajustarse a la demanda.
Paralelamente, se intensifican las exigencias de sostenibilidad, una preocupación creciente entre los viajeros, que valoran la dispersión turística, el apoyo a comunidades locales y la reducción de la huella de carbono.
La función de agentes clave, como Skyscanner, es inspirar a los viajeros, proporcionando información para elegir destinos menos saturados y facilitar el acceso a rincones menos conocidos. Con estrategias de marketing conjuntas y el auge de herramientas digitales, el turismo del futuro priorizará los viajes conscientes, equilibrando la diversidad de ofertas con el compromiso social y medioambiental.