Como ya sabéis baby boomers en Babu Magazine somos unos verdaderos amantes de la gastronomía y de la buena comida y por supuesto nos encanta compartir con vosotros las experiencias que hemos vivido en algunos restaurantes de la geografía española. Hoy vuelve a ser el turno de la capital gastronómica por excelencia: Madrid, pero esta vez nos ajamos de los restaurantes del barrio salamanca para adentrarnos en uno de mis barrios preferidos: Malasaña.
Icono de libertad, vanguardia y por supuesto de la mítica movida madrileña, Malasaña esconde algunos de los restaurantes más especiales de Madrid, donde algunas de las celebrities del panorama nacional se han dejado ver en numerosas ocasiones como por ejemplo los reyes Felipe II y Letizia, Carmen Martinez Bordiu o Sarah Jessica Parker.
¿Os gustaría volver a sentiros como si tuvierais 20 años? Pues ir haciendo un hueco en vuestra agenda y acercaros a visitar alguno de los 5 restaurantes que os aconsejamos en este post. ¿Quién dijo que comer bien y quitarse años de encima no era compatible?
La Pajarita (Calle Apodaca 20)
Pajarita es un bar para compartirlo con vuestra pareja o para una reunión de amigos. En él se fusionan la comida tradicional con la cocina moderna y con un inconfundible toque asiático y mejicano.
El local es muy bonito y acogedor y el precio de los platos suelen rondar entre los 10 y 6 euros, por lo que no es excesivamente caro. Además para los que os guste experimentar hay un menú degustación que se llama Armonía que incluye algunos de los platos estrellas del restaurante, el precio para 2 es de 32 euros y para cuatro 61, 50 euros.
La Pescadería (Calle de la Ballesta, 32)
No os dejéis llevar solo por el nombre, porque a pesar de llamarse la Pescadería, no es un restaurante cuya especialidad sea el marisco o el pescado únicamente, sino todo lo contrario. Carnes, ensaladas, sopas, cócteles, todo esto y mucho más cabe en este precioso restaurante de la capital, aunque si tuviera que ponerle alguna pega es que para mi gusto el local es demasiado oscuro.
En cuento a la comida, existe una buena relación calidad/precio (rondan los 10/ 8 euros aproximadamente) y su apuesta principal en la cocina son los platos tradicionales pero con un toque especial, así que si sois de los que os gustan una buena sartén de huevos rotos con patatas o un buen salmorejo, La Pescadería no os defraudará.
Bar Galleta (Calle Corredera Baja de San Pablo, 31,)
A los amantes de la decoración y de los detalles bien cuidados este bar os va a encantar. Yo cuando lo ví la primera vez, la verdad es que la entrada me llamó mucho la atención y no me lo pensé dos veces, además de su magnífica estética, la comida está riquísima y no es excesivamente caro.
El precio de los entrantes varia entre los 9 y los 12 euros y el de los platos principales no sube de los 15,50 euros. Hay platos para todos los gustos y la verdad es que hay una gran variedad de sabores, desde los tacos mexicanos hasta el rabo de toro glaseado con risotto marinero pasando por el timbal de chipirones con arroz negro… tan solo de pensarlo me está entrando un hambre baby boomer.
Y para los que, al igual que yo, que siempre estáis deseando de que llegue vuestra parte preferida de la comida: el postre, el Bar Galleta rinde un homenaje a su nombre y es que todos sus postres tienen un protagonista principal: la galleta.
La T Gastrobar (Calle del Molino de Viento, 4,)
Este pequeño restaurante de estilo neoyorkino y cosmopolita combina a la perfección la modernidad del barrio Malasaña. Una de las cosas que más me gusta de este sitio es su espacio dedicado al ocio nocturno, la T club, un lugar donde podrás disfrutar de un cóctel acompañado de buena música, un ambiente totalmente recomendable para nosotros baby boomers.
En cuanto a su oferta gastronómica sus recetas son tradicionales pero con toques vanguardistas y el precio de sus platos rondan entre los 18 y 14 euros aproximadamente y el de los postres 6,50.
Restaurante Clarita (Calle Corredera Baja de San Pablo, 19)
El restaurante Clarita es uno de los restaurantes del momento de la capital y es ideal para nosotros baby boomers porque el ambiente es familiar y acogedor, perfecto para una comida con nuestros hijos o en pareja.
El espacio a mi me encantó porque su decoración es simple pero cuidada y además es muy luminoso, algo que para mi es importante, porque últimamente la cocina moderna se esconde en restaurantes más oscuros o con poca luz.
En cuanto a sus platos, son más bien modernos, así que los platos tradicionales no tienen cabida en este lugar, pero es perfecto para aquellos a los que como a mi nos gusta probar cosas nuevas: Rollitos vietnamitas artesanos, tartar de solomillo o incluso largato ibérico te esperan en Clarita. En relación al precio los platos suelen oscilar entre los 17 y los 12 euros, pero desde mi punto de vista la relación calidad/precio es bastante buena.
Si estáis en la capital este fin de semana, no tenéis planes y os apetece salir a comer fuera de casa podeis visitar algunos de estos cinco maravillosos restaurantes. Saca tus denim y tus deportivas y volved a ser los reyes de Malasaña.