Pasar la noche en un Palace como el Hotel Royal de Evian no es cosa de todos los días. Tuvimos la ocasión de visitar este lugar tan prestigioso en esta ciudad francesa mundialmente conocida por su agua. Este hotel fue creado a principios de siglo por la aristocracia francesa en honor al rey Eduardo VII de Inglaterra. Durante la segunda guerra mundial fue hospital para soldados alemanes y después para los americanos. Desde hace unos lo adquirió es el magnate francés Franck Riboud, propietario de Danone y de la conocida Eau d’Evian.
El hotel Royal Evian está rodeado de varias hectáreas de campo que incluyen un pequeño lago. Hay que recordar que todo este espacio, en los comienzos del hotel, era un golf donde se daba cita toda la jetset internacional.
¿Cómo ir hasta Evian?
Nosotros cogimos el vuelo directo Madrid-Ginebra operado por Iberia. La tarifa no es nada elevada si puedes comprar tu billete con un poco de antelación. Eso si, la compañía optimiza el espacio de manera un poco exagerada, casi no puedes extender las piernas. Por suerte el vuelo es bastante corto, llegamos en algo menos de hora y media.
Después queda por hacer el último tramo Ginebra-Evian en tren o en coche. En tren dura casi dos horas con un transbordo, y en coche una hora; es casi todo autopista excepto los 30 últimos kilómetros.
El hotel Royal fue renovado completamente hace poco años por el famoso decorador de interiores François Champsaur.
El fin de semana de nuestra escapada nevó muchísimo. Desde nuestra habitación casi no se veía el Lago Leman y Suiza, que está del otro lado. Seguro que es un lugar maravilloso en primavera y verano,
El restaurante gastronómico del hotel Royal Evian spa: Les Fresques
El restaurante del hotel dirigido por el gran chef Patrice Vander (al fondo de esta imagen) tiene una estrella Michelin.
Tuvimos el privilegio de poder cenar en un lugar muy especial. Detrás de la cocina existe una sala privada donde el chef suele dar los cursos a los alumnos de una escuela de cocina. Fue ahí donde celebramos una cena privada para un pequeño grupo.
Cocina «moderna» como sus «écrevisses posées sur une royale de foie gras«. Una delicia.
¿Qué hacer en Evian?
Pues no muchas cosas la verdad. Es una ciudad muy pequeña. Con un poco de sol se puede pasear delante del Lago Leman hasta el puerto, es como un paseo marítimo con Suiza al otro lado de la orilla.
También puedes visitar el Hotel de Ville o Villa Lumière porque a principio de siglo fue la villa privada de los hermanos Lumière, los inventores del cinematógrafo.
Le Palais Lumière o lo que era antes del Spa de Evian, estaba conectado al Hotel Royal por un funicular. Ahora es una galería de arte y centro de conferencias.
El agua de Evian, el golf, sus spas, la música clásica y el Lac leman son los principales atractivos de esta ciudad tranquila donde vienen a relajarse millonarios del mundo entero.