Muchos de nosotros ya no queremos tantas cosas materiales. Lo que buscamos son experiencias que quedarán guardadas durante mucho tiempo en nuestra memoria. Os aseguro que una escapada, aunque solo sea de una noche, en el Hotel Marqués de Riscal la recordaréis para siempre.
Conocida por sus excelentes vinos, la bodega Marqués de Riscal, dio un gran paso con la construcción de su hotel de la mano del celebre arquitecto Franck Gehry, autor entre otras maravillas, del Museo Guggenheim de Bilbao o de la reciente Fundación Louis Vuitton en Paris.
Al principio tanta modernidad no gustaba nada a la gente del pueblo pero, con el tiempo han visto como el edificio multiplicó las visitas, de 6000 al año antes de las obras, a más de 100.000 este año.
Nuestra escapada al Hotel Marqués del Riscal
¿Cómo llegar hasta el hotel Marqués de Riscal?
Nada más fácil, desde Logroño sigues la N232 durante unos 20 mn, solo tienes que fijarte un poco antes de entrar en Laguardia y girar a la izquierda dirección El Ciego. Para los clientes más adinerado el hotel propone su helipuerto.
Visitamos el hotel.
En la planta baja encontramos la recepción y la cafetería. Hemos comprobado que esta última es perfecta para cenar si no quieres comer mucho, además es más económica que el restaurante.
En la primera planta encontramos 14 habitaciones de las cuales la mitad tienen vista al viñedo y las otras al pueblo. El contraste entre la modernidad del hotel y la vista de la iglesia es impresionante. Nosotros tuvimos la suerte de alojarnos en una de las habitaciones «Franck Gerry» que daba a la parte delantera del hotel, con vistas a los viñedos.
En la segunda planta se encuentran dos restaurantes: el «1860 Tradición» y el gastronómico. Los dos están asesorados por Francis Paniego, el primer chef Riojano en obtener una estrella Michelin. Dos de ellas las obtuvo por su restaurante «El portal de Echaurren» situado en Ezcaray y la otra en el «Gastronómico» de Marques de Riscal.
Finalmente en el cubo del edificio encontramos la zona de relajación y también biblioteca, reservada a las personas alojadas en el hotel.
El desayuno.
Para nosotros el desayuno es uno de los mejores momentos del día y en el hotel Marqués de Riscal es único; no es un buffet. Los camareros te van proponiendo un menú a la carta con una propuesta diferente cada día.
Nos gustó bastante. La mayoría de los productos provienen de La Rioja y eso se nota. Quizás sobró la bollería… sobre todo cuando luchas por mantener la línea.
El spa
A través de una pasarela, directamente desde las habitaciones se llega al spa, que trabaja con productos de la marca francesa Caudalie. La primera marca de belleza en utilizar los beneficios de la uva en productos cosméticos.
En la parte del Spa encontramos 24 habitaciones más. Para los que no pueden permitirse alojarse en el hotel, el Spa y los restaurantes están abiertos al público. Si quieres disfrutar de algún tratamiento de belleza Caudalie, puedes utilizar también las instalaciones del Spa. Una magnífica piscina con vistas a los viñedos, varios tipos de sauna y jacuzzi.
Las cabinas de tratamiento son exquisitas en cuanto a decoración se refiere, con la temperatura correcta y el volumen de la música ideal. Las profesionales que te atienden, antes de comenzar realizan un pequeño cuestionario para conocer tu tipo de piel, si tienes algún problema. Puedes indicar también el tratamiento elegido, la firmeza del masaje.
Nosotros nos decidimos por un tratamiento facial firmeza, nos pareció fantástico que acabará con una mascarilla térmica.
El hotel esta gestionado por Marriot Internacional. La calidad del servicio permite disfrutar de una fantástica sensación de tranquilidad y sobre todo de exclusividad. Estamos hablando de un 5 estrellas gran lujo. Creedme, esta experiencia debe vivirse al menos una vez en la vida.
Ah, muy importante, admiten mascotas.
