‘amor50’

Un perfume, un recuerdo

El perfume trae recuerdos. Abrumada por las emociones que me provoca la canción “You make me feel like a woman” en la voz de Aretha Franklin durante el homenaje que se rindió a la compositora Carole King donde la cantante logró poner en pie a todo el Kennedy Center, no me resulta fácil poner palabras a las sensaciones que me produce escuchar semejante chorro de voz y ver cómo el público que allí estaba hasta el mismo Obama se emocionaban al oírla.

La Franklin aparece en escena cubierta con un gran abrigo de piel y adornada con solemnes joyas sobre un precioso y sutil vestido de gasa que la hacen aún más majestuosa si cabe a la reina del soul.

Durante la actuación observo todos sus adornos menos uno que no dudo en que existía, su perfume. No estaría de mas que para recordar aquel concierto nos informaran no solo del diseñador de su vestuario y de sus joyas sino también el nombre de su perfume.

Para de esa forma los que no estuvimos allí pudiéramos asociar el evento no solo con la vista y el oído sino también con el olfato, el sentido que más sentimientos y recuerdos vividos evoca.

Si tengo que fantasear sobre el olor  que engrandecía su presencia en el escenario para mi seria out puro sin mezclas de  lavanda, rosas o cualquier otra flor porque ella es potente como lo es la esencia de cualquier perfume.

Recordar retazos de mi vida a través de los aromas me trae mucha felicidad

Cuando era casi una niña me encantaba el olor fuerte que a su paso dejaban algunas mujeres y el que ciertos amores adolescentes llevaban.

Siempre fui una forofa del sentido del olfato y cuando tuve mis primeros ahorros mas o menos sobre los 15 años después de muchas pagas me compré un frasco de Anaïs Anaïs. La usaba para casos muy especiales.

Os podéis imaginar cuantos momentos podía tener una adolescente! Pues pocos, muy pocos. Llegué a odiar aquel perfume porque de no usarlo se ranció.

El perfume trae recuerdos

Otro de los recuerdos que guardo de mi época de adolescente tiene relación con mi primer viaje a Paris. Recordar aquel viaje y el perfumeParis, je t´aime” de Yves Saint Laurent van de la mano. Las calles, los museos , los bistrots para mí todo olía a esa aroma. Hoy volver a olerlo y seguir recordando mi primer viaje a aquella ciudad me llena de agradable nostalgia.

Más adelante pasados algunos años cuando mi poder adquisitivo me lo permitió y aprovechando algún cumpleaños me obsequiaba con esencias potentes que perduraran en mi ropa.

“Poison” de Dior se instaló en mi vida como fragancia de cabecera. Acabado el envase aún lo guardo en algún rincón del armario para abrirlo de vez en cuando y evocar momentos vividos.

Algo similar me pasa con las Fragancias de Annick Goutal. Sus aromas de flores con polvos de talco me devuelven a veinte años atrás cuando en mi casa se olía a bebé.

En ocasiones me cuesta dar con el titulo de alguna novela pero no me resulta nada difícil asociar ciertos momentos a ciertos olores.

Con los perfumes que he usado no tengo lagunas, ni asociados malos recuerdos, los olvido de forma automática. Y es curioso como soy capaz de recordar situaciones felices vividas por medio del olfato.

Puede que con los años me falle la memoria, incluso la capacidad de articular palabras pero los recuerdos unidos a los aromas que a lo largo de mi vida se han instalado en mi cabeza creo que será lo último que me cueste recordar.

Y cuando pasados los años me resulte difícil escuchar con nitidez la voz de Aretha siempre me quedará la posibilidad de recordarla y volver a  emocionarme a través del recuerdo que el perfume, esta vez imaginario, habrá dejado en mi memoria.

Escrito por Àsun Moreno Fidalgo, puedes seguir a Ásun en su Instagram 

Àsun Moreno Fidalgo

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