‘amor50’

Opositar a los 50 es un coñazo

Últimamente caen a mí lecturas que nada tienen que ver con las obligaciones que tengo. Libros sobre mujeres de otras culturas, religiones de otros países, sobre autoayuda …Pero lo que verdaderamente me debería ocupar mi tiempo libre es preparar las oposiciones que de nuevo salen para la sanidad pública en nuestra comunidad autónoma.

Opositar a los 50, es un coñazo.

Cada cuatro años mas o menos, en ocasiones cada dos, en el País Vasco salen oposiciones para cubrir el número de plazas que quedan vacantes por jubilaciones, nuevos puestos y suplencias.

Y en esas estoy yo con mis 50 años preparando un examen para mediados de junio para poder seguir trabajando en el hospital con los contratos que vayan saliendo.

Conseguir plaza lo tengo negro pero que muy negro a pesar de llevar casi 15 años trabajando.

En este país el idioma se prima mucho más que la experiencia. De nada sirve sacar una buena nota, o llevar un montón de años en la sanidad pública sino tienes uno o los dos perfiles que acrediten tus conocimientos en el euskera que es la lengua de este lugar.

Yo, que nací en la dictadura y me crié en la democracia, estudiaba este idioma dos días a la semana en el cole y no pasábamos del primer nivel. ¿Os podéis imaginar el esfuerzo extra que tengo que invertir para obtener cualquiera de las dos titulaciones que nos exigen?. La verdad, estoy poco motivada.

Esto no quiere decir que no hables euskera o que no lo entiendas;  tal vez más que algunas personas que poseen dichas acreditaciones, pero hoy en día me pilla sin fuerzas para escalar esta montaña donde hay que parar en un montón de avituallamientos para llegar a la meta.

Así que no me queda otra solución que meter horas para sacar una buena nota en el examen y no quedarme a la cola para que me lleguen las migajas en lo que a sustituciones o vacantes se refiere.

Os podéis imaginar las ganas que me quedan de abrir los libros para empezar a estudiar sobre el lavado de manos, cuidado de pacientes, encamado, úlceras por presión, cambios posturales o la última legislación sobre la protección de datos …

Ahora entenderéis porque los ojos se me van hacia lecturas más amenas y placenteras.

Seguiré opositando a pesar de haber cumplido esta edad Babú pues la única manera de asegurarme un puesto de trabajo.

Pero también os digo que me atrae cada vez menos volver a ir a este maldito examen para pasar una guerra de nervios.

Escrito por Àsun Moreno Fidalgo

Puedes leer más artículos de Àsun en su blog My Lady cumple 50

Asun Moreno Fidalgo

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