Paloma O’Shea descubrió la música en la infancia gracias a una niñera que le regaló un libro de solfeo y se enamoró para siempre de la música y comenzó a tocar el piano.
Terminó la carrera de piano a la edad de 16 años y ganó el primer premio del conservatorio de su ciudad, Bilbao. Se casó muy joven con el banquero Emilio Botín y tuvo seis hijos muy seguidos, lo que le hizo abandonar los conciertos pero tocando para ella misma, para seguir “haciendo dedos”.
Hace más de cuarenta años Paloma O’Shea decidió fundar en Santander un concurso internacional de piano
para ayudar a jóvenes músicos en el comienzo de sus carreras como respuesta a la penuria que detectó en términos musicales y el distanciamiento con el resto de Europa de nuestras promesas.
Más tarde creó la Fundación Albéniz con el objetivo de reducir las carencias y necesidades en educación musical y dar acceso a una formación al más alto nivel.
La Escuela Reina Sofía que comenzó en un chalet en Pozuelo, ahora se ha convertido en un modelo que no hay otro en ningún país, donde cada alumno recibe una tutoría del profesor titular de la cátedra y donde hay casi un profesor por cada uno de los cien alumnos.
Ha conseguido reunir al mayor número de celebridades de la música clásica, entre ellos, Daniel Barenboim, Teresa Berganza, Lorin Maazel, Alfredo Kraus… eso le produce una gran satisfacción.
Ha creado una escuela de élite donde sus alumnos, al terminar su formación, salen directamente a tocar en las grandes orquestas del mundo. Además, subiéndose al tren tecnológico, ha creado Classical Planet que pretende preservar la enseñanza de los grandes maestros de música para el futuro y ponerla a disposición de todos;
En su web podemos encontrar diferentes pestañas como ‘Magister’ con conciertos y clases de pago (hay que suscribirse), ‘Auditorium’ con fragmentos de conciertos gratuitos, ‘Euroclassical’ que fue un festival online que se celebró durante cinco años con otras instituciones europeas, así como las partituras digitalizadas de ‘Iberia’ de Isaac Albéniz, y el canal ‘Live’ para las transmisiones que en su día se hacían en streaming.
El rey D. Juan Carlos I la hizo marquesa de O’Shea
Fue en el año 2008 por tantos méritos y ostenta, además, la Legión de Honor francesa, la medalla de la Academia de las Artes de San Fernando, la Picasso de la Unesco, el Honorary Fellow de la Royal Academy de Londres, entre otros. Es muy amiga de la reina emérita ya que, entre otras cosas, comparten la misma pasión por la música.
Una mujer que vive por su familia
Disciplinada, alérgica a la ostentación de cualquier clase, su vida es su familia y la música, para ella vivir sin música es perderse algo muy importante y, de esta manera, regala un piano a sus nietos como previamente lo hizo a sus hijos y aunque no han salido músicos, si son capaces de disfrutar de la música.
Camina una hora todos los días y se mantiene delgada a pesar de su debilidad por los bombones. La conocí años atrás en un concierto de piano en el teatro Campoamor organizado por su fundación y estaba feliz.
Volví a encontrar a Paloma O’Shea en Santander no hace mucho y sigue con muy buen aspecto. Es consuegra de la condesa de Ornano a la que le hicimos un perfil semanas atrás en estas páginas y comparte con ella esa increíble suerte de envejecer con clase.
Foto portada: Autora: Elena Torcina. Copyright: Fundación Albéniz. Procedencia: Centro de Archivo y Documentación Albéniz (CADA) (imagen de 2009).
Escrito por Flor Lloriana