Exposición Óscar Domínguez en la galería Guillermo de Osma

Felices de anunciar que le galería Guillermo de Osma inaugurará el próximo 18 de noviembre la exposición Óscar Domínguez. El ‘triple trazo’. 1948-1952, que reúne alrededor de una veintena de obras que el artista realizó con la técnica conocida como triple trait.

Se trata de uno de los períodos más interesantes del pintor, tanto por su coherencia estilística como por su originalidad. Esta es la primera vez que se dedica una exposición exclusivamente centrada en torno a este relevante momento de la obra del artista canario.


Una exposición sobre su etapa «triple trazo»


Óscar Domínguez, después de su vinculación con el movimiento surrealista durante los años 30 y de una intensa relación con Picasso a lo largo de los años 40, empieza a partir del año 1948 la etapa ‘triple trazo’.

Se trata de un nuevo recurso estilístico definido por la utilización de una fina línea de tinta que deja un registro blanco a ambos lados enmarcando de esta manera los diferentes elementos de la composición, como si de una especie de aura se tratara.

Las obras producidas en este período con este proceso se vuelven mucho más limpias, rigurosas y equilibradas. Tanto los lienzos como los papeles ahora se caracterizan por el predominio de un dibujo de líneas precisas, por un claro aumento de la gama cromática y por el uso de unos colores que recuperan la luz y brillantez que habían perdido anteriormente.

Óscar Domínguez. Composición con casas y animales, cortesía Galería Guillermo de Osma

Es, seguramente, la obra más positiva y optimista que el artista jamás realizó.

El mismo Óscar Domínguez, en el año 1949, en una carta dirigida a su amigo Eduardo Westerdahl, describió este momento en los siguientes términos: “Finalmente, he conseguido inventar una técnica que me permite hacer una pintura personal, y esto marca el momento más exitoso de mi carrera.”

A partir del año 48, cuando se inicia el periodo del ´triple trazo´, continúa sus temas predilectos: revólveres, redes, talleres de artistas, toros, pájaros, mujeres… Pero ahora lo hace con entusiasmo, incluso con cierta ironía.

El resultado es una pintura fresca, ligera, luminosa. “Me acerco -escribirá en 1949- al problema plástico, al lado inventivo que te abre la naturaleza frente a la luz, la forma y el color”. Esta etapa se convierte pues, en un verdadero paréntesis en su carrera artística.

La exposición, que podrá visitarse hasta el 19 de febrero en el número 4 de la Galería Guillermo de Osma situada calle Claudio Cuello,4 en Madrid.

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