¿Una pizza sana puede ser un sueño o es una realidad? Dejadme contaros nuestra experiencia. Somos la típica pareja en la cual trabajamos los dos. Visto como está el panorama estamos felices de trabajar la verdad.
Salimos pronto de casa por la mañana, pasamos el dia en la oficina de reunion en reunion, comemos a mediodía en el restaurante de la esquina intentando esquivar los platos con mayores cantidades de calorías y sustituyendo el postre por el café con esfina.
Luego,la tarde se puede hacer “laaarga” y cuando llegamos a casa pasado las 20h a ver quien es el guapo quien pide al otro de guisar unos judías verdes con unas albóndigas de pollo.
Aun así a partir de las 21 h nuestro estómago nos recuerda que toca la quinta comida del dia. La que algunos han bautizado como la del “mendigo”. Vaya con el mendigo…pero si el cerebro nos está pidiendo a gritos todo lo que no nos conviene y si uno de los dos baja la guardia, podemos perder en un fracción de segundo los beneficios de los esfuerzos de todo un día.
Lo más común es que uno de los dos dispare con cara de pena un “¿y si bajamos al japonés?” esta sería la solución menos traumática porque visto la angustia para saciar el hambre que llevamos encima, un salmón asado con salsa teriyaki podría ser la solución perfecta. Pero claro, estamos en plan ahorros y en el japonés como te despistes con los suplementos de arroz frito, nueces en el helado o dos copas de vino (que tampoco nos convienen..) te sales de ahí con 60 euros menos en la cuenta bancaria.
Y claro…que ni se nos ocurre pronunciar la palabra….PIZZA.
Hasta que un dia, en los pequeños supermercados herbolarios Navarro de comida Bio, nos hemos topado con la solución: la base para Pizza de Espelta Integral.
Una vez abierta la cortamos en dos (es más fácil antes que despues) y le echamos un poquito de aceite de oliva.
Los ingredientes son sencillos, sanos y además económicos : jamón, champiñones, berenjenas y sin olvidar el tomate frito…
Añadimos la salsa de tomate frito y las berenjenas cortadas en láminas finas
Dejamos nuestra pizza sana al horno unos 10 minutos solamente.
«Et voilá!».¡Más fácil imposible! Ya esta preparada nuestra pizza sana, nos vamos a chupar los dedos sin remordimientos de conciencia y con una digestión tranquila asegurada, que es muy importante antes de ir a dormir. ¡Mamá mía!
Yo he probado la base de pizza de espelta integral y el sabor cambia pero en cambio se tienen buenas digestiones gracias a su alto contenido en fibra dietética y por su facilidad a la hora de digerirse.
Yo hace tiempo que utilizo espelta por tema de digestión y transito intestinal por la fibra que lleva. Os lo recomiendo
A mi me encanta además de que aporta más energía y favorece la digestión.