Olvidémonos del síndrome posvacacional y comencemos el curso con muy buen ánimo. La excusa puede ser quitarnos esa media de dos kilos que hemos cogido durante las vacaciones y los consejos de la Dra. María José Crispín sobre una dieta sin agobios nos lo pone muy fácil.
Consejos de la Dra. María José Crispín de Clínica Menorca para una dieta post vacacional sin agobios.
Para quitarnos esos kilos que hemos cogido no es necesario pasar hambre, ni ponernos a dieta, podemos volver a nuestro peso ideal, sin agobios y con alegría, comenzando o recuperando un estilo de vida saludable, que incluye una alimentación variada y respetar unas normas higiénico dietéticas, tanto de ejercicio como de descanso.
Quizá estos beneficios extra te ayuden a ponerte manos a la obra. Con un estilo de vida saludable no solo volveremos a nuestro peso ideal, sino que también aumentaremos nuestra resistencia a la enfermedad, tendremos un cerebro más despierto, gozaremos de estabilidad emocional alejando el estrés y la ansiedad, disfrutaremos de un descanso reparador y desarrollaremos más resistencia a la fatiga. Ya lo decía Buda, mantener el cuerpo sano es un deber para mantener nuestra mente fuerte y clara.
¿Qué quiere decir una alimentación variada?
Una alimentación variada quiere decir ingerir todos los grupos de nutrientes necesarios para nuestro organismo todas las clases de vitaminas y minerales, proteínas, los imprescindibles aminoácidos esenciales que no los puede sintetizar nuestro organismo (combinación de cereales integrales y arroz integral o legumbres con semillas nos asegura obtener los 9 aminoácidos esenciales), grasas (el balance de ácidos grasos debe ser el correcto) e hidratos de carbono.
La dieta mediterránea es el mejor ejemplo.
Comenzaremos por disminuir drásticamente las fuentes calóricas que ya no proceden:
- azúcares (helados, zumos, refrescos, bollería industrial).
- las grasas malas (fritos, salsas de queso, salsas mayonesa, etc).
- quitar el alcohol, la cerveza es la caña, pero una diaria es una costumbre poco saludable.
- harinas: evitar las refinadas: El pan solo en el desayuno, dejaría la legumbre pero en ensalada, no en fabada.
- evitar los productos para picar por ser muy ricos en sal y los embutidos.
Premisas para volver a los buenos hábitos
- los alimentos mejor hervidos, a la plancha, guisos con muchas verduras y poca grasa.
- tomar proteínas mínimo dos veces al día: carnes, pescados, huevos y lácteos. Alternar los pescados azules con los blancos. Mejor aves que carne roja y siempre bien hecha pero no frita, mejor asada o a la plancha.
- no hay que evitar el AOVE o el aguacate, son grasas buenas y necesarias para el buen funcionamiento del organismo, pero ingerirlas con moderación.
- arroz, pasta o patatas, en ensalada y con verduras. Si la preparo el día anterior a ingerirla, el almidón se ha hecho resistente y no engorda. Si se come arroz, pasta o patata no se debe comer pan.
- en cuanto a la fruta, mejor tomar piezas enteras, ni zumos ni batidos que contienen mucha azúcar y nada de fibra.
- tomar mucho líquido entre comidas ya sea agua, infusiones, caldos, etc., unos dos litros diarios.
- masticar bien los alimentos es un paso muy importante para hacer bien la digestión. La salivación y la trituración es esencial para una buena digestión y, además, porque la sensación de saciedad no aparece inmediatamente, sino a los veinte minutos, por lo que hay que darle tiempo al cerebro de avisar al estómago de que ya está lleno.
- los hidratos de carbono solo en el desayuno y en la comida.
- en cuanto a la cena, tomar las verduras mejor cocinadas que crudas para facilitar la digestión, acompañadas de proteína de alto valor biológico (mejor pescado que carne).
- cenar lo más pronto posible y dejar pasar dos horas antes de acostarse.
El ejercicio y el descanso reparador
Hay que evitar el sedentarismo y tener un estilo de vida activo, hacer ejercicio todos los días, tanto aeróbico como para fortalecer la musculatura. Y, en cuanto al descanso, procurar acostarse todos los días más o menos a la misma hora, lo ideal antes de las once para adaptarnos a los ciclos circadianos y mantener óptimo nuestro estado de salud.