La dieta de proteínas consiste en un tipo de régimen que tiene por objetivo garantizarte una pérdida de peso rápida y permanente en el tiempo. Muchas personas, especialmente celebridades, ponen su confianza en esta dieta. Las mujeres suelen recurrir al régimen a base de proteínas para eliminar en poco tiempo el peso ganado durante el embarazo, recuperando su silueta sin demasiado esfuerzo tras el nacimiento de su bebé.
Pero esta dieta también es efectiva a la hora de ganar masa muscular, permitiéndote quemar la grasa sobrante y fortaleciendo la musculatura. Si recurres a un plan de nutrición tendrás más fácil la consecución de un objetivo y podrás mantener el ritmo de manera adecuada.
Cómo funciona la dieta de proteínas
Lo que más vas a consumir en este tipo de dieta son alimentos que se conocen como proteicos. Es decir, carne magra, huevos, pescado, verdura y productos lácteos como pueden ser el yogur y el queso, buscando en todo momento contenido reducido en materias grasas.
Como toda dieta, la de proteínas contiene una serie de alimentos que están prohibidos, y estos son todos los ricos en hidratos de carbono como la pasta, el arroz, las patatas o el pan. La fruta, que contiene fructosa, puede consumirse en pequeñas cantidades, como los alimentos integrales.
Las grasas, por otro lado, según el tipo del que se traten, pueden servir para aumentar el colesterol. en la dieta proteica también se incide en su consumo en pequeñas dosis.
Por ello, es necesario tener especial cuidado con los embutidos, que, aunque contienen proteínas también incorporan, normalmente, unas grandes cantidades de grasas del tipo menos saludable.
En cambio, son buenas las grasas de tipo poliinsaturado, como las que vienen en los frutos secos, y los ácidos grasos omega 3 que están presentes en el salmón o las semillas de lino, por ejemplo.
Las conocidas como grasas trans, que son las que se encuentran en alimentos fritos o precocinados, son las que debes evitar en todo momento.
Las ventajas de una dieta de proteínas
La dieta de proteínas tiene unas claras ventajas respecto a dietas parecidas, como que las proteínas pueden saciarte durante más tiempo aportando a tu organismo menos calorías que con hidratos de carbono.
Es decir, a pesar de que hay una reducción de calorías, tendrás menos sensación de hambre. Las proteínas alimentan a tu organismo de manera más lenta. El metabolismo de tu cuerpo se mantiene activo por más tiempo, algo que contribuye a que las calorías se consuman más y mejor durante el proceso de la digestión.
Notarás que bajas de peso de manera rápida al reducirse drásticamente el aporte de calorías y, si complementas esta dieta con un plan de entrenamiento adecuado, conseguirás que sea más patente el efecto.
Al reducir las calorías, tu cuerpo cubre las necesidades de energía al permanecer activo usando las células musculares como fuente de energía, y reduciendo la sustancia corporal.
Pero como la dieta consiste en la ingesta de proteínas, mantendrás tu masa muscular al tiempo que pierdes peso. Siguiendo las indicaciones de expertos en nutrición podrás conseguir satisfactorios resultados con un reducido porcentaje de efecto rebote. Algo muy contrario a los resultados de otras dietas: siguiendo la dieta de proteínas es menos probable que, al terminar el plan nutricional, ganes peso de nuevo.
Si eres vegetariano o vegano, puedes seguir una dieta de proteínas que se base en el consumo de proteínas vegetales.
Los riesgos de seguir la dieta de proteínas
La dieta de proteínas es una de las más recomendadas a la hora de buscar una reducción de tu peso, pero esto no significa que no entrañe ciertos riesgos.
El principal riesgo de una dieta basada en proteínas es el de que se produzca cetosis. Esta consiste en la aparición de un tipo de residuos en tu organismo que se conocen como cuerpos cetónicos. Son resultado de la betaoxdación de las grasas, el proceso por el que tu organismo busca otra vía para la obtención de energía.
Además de la cetosis, un exceso de ingesta de proteínas podría causarte una sobrecarga hepática y renal por el proceso de metabolizar las proteínas. También puede aumentar el ácido úrico en tu organismo y la posibilidad de acabar sufriendo gota.
Si necesitas perder mucho peso te recomendamos que recurras a los servicios de los endocrinos para garantizar que sigues adecuadamente, y de la forma que sea más equilibrada, las indicaciones de este régimen. Con su asesoramiento podrás evitar, además, cualquiera de los posibles riesgos derivados de seguir la dieta de proteinas.