Un aperitivo por aquí, una comida de empresa por allí, una cena familiar por allá, otra comida familiar el día después, y así un no parar de excesos en nuestro cuerpo. Y si hago excesos ¿Por qué no quemarlos corriendo?
¡Feliz Navidad por anticipado Babús¡
¿Os resulta familiar o conocido este modo de pensar de «a más comida más carrera o ejercicio»?
Atendiendo a la contabilidad, la idea es buena, ingreso más, gasto más, pero las cuentas por desgracia no son tan fáciles y conseguir un déficit calórico en estas épocas es bastante complicado por no decir imposible. Si añadimos,y asumimos, que llevamos todo el otoño sin correr o corriendo muy poco, sea por falta de tiempo, ganas, pereza o cualquier otra excusa.
Por suerte o por desgracia cuando empezamos a hacer un ejercicio los beneficios no son inmediatos, es decir, hago abdominales y no quemo ipso facto la grasa de la tripa, ni hago ejercicios de cadera y desaparecen las cartucheras, así que no os imaginéis que tras el atracón del día Nochebuena, me levanto el día de Navidad, me pongo a correr y bajo la comida, porque no es así.
Cuando hago un ejercicio lo que busco es producir un estímulo al cuerpo para que éste genere adaptaciones, es decir, hacemos algo y en unas 3 o 4 semanas notaremos los beneficios. Imaginaros, me pongo a trabajar el abdomen, cadera o brazos y, si somos constantes, al mes veremos menos flacidez y los músculos más duros. Recordar los brazos esculturales a los 50.
Pero no solo adaptaciones aparecen en nuestro sistema metabólico, nuestro sistema músculo esquelético, el que comprende músculos, tendones y ligamentos también se ve beneficiado y, al igual que el sistema metabólico, necesita de tiempo para adaptarse, si empiezo a hacer ejercicio de manera progresiva, los tendones y ligamentos se van fortaleciendo, si nunca hago nada o hago muy poco y un día hago mucho, los ligamentos y tendones pueden inflamarse y doler.
¿Qué pasa si nunca hago ejercicio o hago muy poco y en Navidades con más peso me dedico a correr más?
Pues que acabaré por lesionarme, tendré que parar, seguiré comiendo igual o más y acabaré irónicamente cogiendo más peso cuando el objetivo era minimizar el impacto de las Navidades.
Pero tranquilos Babús, estamos a tiempo de que esto no pase, estamos a un mes de las Navidades, tiempo suficiente para empezar ahora a prepararnos para correr o andar rápido y generar adaptaciones del sistema músculo esquelético. Si empezamos hoy mismo en Navidades estaremos preparados y podremos minimizar el impacto calórico de las Navidades sin ponernos en riesgo de lesionarnos.
Sin más demora, a partir de hoy mismo y, a más tardar este fin de semana; vamos a comenzar a andar rápido para generar las adaptaciones en músculos y tendones. Empezaremos por andar media hora, mínimo 3 días alternos en semana. Al menos haremos 3 días por semana.
La segunda semana en la que termina Noviembre y empieza Diciembre, mantendremos los 3 días de caminar rápido, pero subiremos a 35 o 40 minutos por día.
La tercera semana, la de los días festivos en medio, vamos a subir a 50 minutos por día, 3 veces por semana. Así los que os vayáis de viaje podréis hacer los deberes y no saltaros el entrenamiento.
Entramos en la cuarta semana la del lunes 14 al Domingo 20, aquí vamos a introducir una novedad, cada 5 minutos vamos a correr o trotar 30 segundos para iniciarnos en la carrera, en 50 minutos andando rápido habremos trotado unas 8 o 10 veces, a 30 segundos cada carrera habremos completado 4 o 5 minutos de carrera y habremos generado adaptaciones en nuestros tendones y músculos. En caso de no poder correr, podemos cambiar por subir escaleras de dos en dos.
Quinta semana, llegan Nochebuena y Navidad, en esta semana, subiremos de 30 a 45 segundos por carrera y seguiremos andando rápido los 5 minutos de descanso activo. Intentaremos llegar a 60 minutos de actividad física 3 veces por semana.
Ya estamos en Navidad y no estamos corriendo mucho, pero sí hemos iniciado y hemos adaptado nuestro cuerpo para andar rápido combinado con unos minutos de carrera. Independientemente de la actividad que hagamos a partir de los 45 minutos de actividad física estamos metabolizando ácidos grasos.
No implica que podamos comer más, pero sí minimizar el impacto y además combinado con las recetas de la sección de nutrición de BabúMagazine y sus platos hipocalóricos conseguiremos unas Navidades más ligeras.
¡No olvidéis estirar después de andar y pasar una Feliz Navidad¡