La llegada de la menopausia provoca alteraciones a nivel físico y psíquico en nuestro organismo. Un cambio en la producción de hormonas, unido a otros cambios consecuencia de la edad (insatisfacción laboral, síndrome del nido vacío, etc.,) hacen que la menopausia y la depresión aparezcan de forma cada vez más ligada. A continuación, te contamos en detalle por qué es normal que nuestro ánimo baje durante la menopausia.
¿Porque menopausia y depresión están asociados?
Cambios físicos que se producen en la menopausia
Con la llegada de la menopausia nuestro cuerpo sufre una serie de cambios y reajustes que se prolongan desde los seis meses hasta los dos años y que es variable en función de cada mujer.
El origen de estos cambios son las hormonas femeninas que se conocen como estrógenos. Los estrógenos están relacionados con la síntesis de otras moléculas (serotonina, oxitocina y dopamina) que gestionan las emociones.
Al producirse una disminución en las hormonas, las emociones también sufren cambios. Además, la serotonina se conoce comunmente como la hormona de la felicidad, por lo que si esta disminuye, también lo hará tu ánimo.
Cambios asociados a la edad
Además, en Babú también creemos que los cambios asociados a la edad y que coinciden con la etapa de la menopausia, pueden afectar a nuestro ánimo.
Por un lado, nos encontramos con la problemática del ‘síndrome del nido vacío‘. Los hijos comienzan a abandonar el domicilio familiar y las mujeres pueden sentir ese vacío y tristeza que esto conlleva.
Por otra parte, como consecuencia del aumento de la temperatura y los sofocos durante la noche, la calidad de sueño disminuye y eso hace que al día siguiente nos sintamos más irascibles. Esta irritabilidad puede afectar a la convivencia de pareja en caso de haberla.
Otro punto a resaltar es el envejecimiento. Algunas mujeres sienten tristeza y pánico por envejecer y, durante la menopausia, es frecuente tener este pensamiento de forma reiterada.
Estas tres razones, junto con la fluctuación hormonal, hacen que sintamos tristeza, depresión, irritabilidad, falta de motivación, disminución de empatía y paciencia, aumento del estrés y de la agresividad.
Y en la mayoría de las ocasiones, no vemos cuál es la razón de que nos suceda todo esto. Pero no te preocupes, tenemos algunos consejos que te ayudarán de forma muy sencilla a mejorar tu estado de ánimo durante esta etapa.
Consejos para mejorar el ánimo durante la menopausia
Si quieres afrontar la menopausia de la mejor forma posible, solo tendrás que seguir estos consejos:
– Acepta la menopausia como una etapa más de la vida que puedes superar y controlar sin dificultades.
– Cuida tus relaciones sociales. Explica a tu pareja, amigos y familia que es posible que te encuentres más irritable de lo normal y cuéntales que se trata de un desequilibrio hormonal consecuencia de la menopausia. Aumenta la comunicación con ellos y pídeles su ayuda y comprensión.
– Lleva una vida saludable. Una dieta equilibrada con frutas, verduras y alimentos de calidad es la mejor receta para combatir ese bajón en tu ánimo. Realiza deporte ligero de forma diaria, como caminar media hora. Verás cómo los resultados mejoran notablemente.
¿Entonces, cómo afrontar la menopausia?
1. Sigue una alimentación equilibrada
Si hay algo que es fundamental para llevar una vida sana es sin duda tener una dieta variada y equilibrada, y sobre todo durante el periodo de la menopausia, ya que una de las consecuencias más perjudiciales para nuestra salud durante este periodo es la pérdida de determinadas vitaminas como la vitamina D y, sobre todo, el calcio.
Está demostrado científicamente que la osteoporosis está muy ligada a la menopausia, ya que después de la menopausia, la destrucción de los huesos va más rápido que la construcción de los mismos, debido a la falta de calcio, por eso es muy importante que el calcio esté muy presente en nuestra dieta.
Si no te gusta la leche y sus derivados, no te preocupes porque existen muchos sustitutivos que pueden ayudarte a elevar tus niveles de calcio, como por ejemplo la quinoa, la papaya, los frutos secos, muchas legumbres como las judías blancas o las espinacas.
Otro componente esencial en nuestra dieta, que además es muy bueno para la digestión, es la fibra. Por suerte hay muchos alimentos que contienen mucha fibra y que demás están deliciosos, por ejemplo las frutas como el kiwi, los cereales y muchas verduras y legumbres.
Otro consejo a tener en cuenta es dejar a un lado alimentos que puedan ser perjudiciales para nuestra salud, como los alimentos con exceso de grasa, embutidos, frituras, dulces, comida procesada…
2.Practica deporte y actividades físicas
Con el paso de los años vemos cómo poco a poco vamos perdiendo fuerza y agilidad y por supuesto esto se nota en nuestros huesos y músculos.
Uno de las zonas que más se debilita durante este periodo es el suelo pélvico y el inconveniente principal de esto es la pérdida de orina, pero no te preocupes que existen muchos ejercicios que pueden ayudarte a combatirlo.
Lo bueno del deporte es que puedes hacerlo desde tu propia casa con ejercicios sencillos.
Si nunca has ido al gimnasio, este es el momento un lugar donde podrás divertirte y conocer gente nueva a la vez que practicas actividades como yoga, pilates, caminar, nadar…
3. Hidrata tu cuerpo y tu piel
El déficit hormonal derivado de la menopausia tiene un efecto muy negativo en nuestra piel que en ocasiones es aparentemente visible, se vuelve mucho más seca, pierde elasticidad, firmeza y luminosidad y, en ocasiones, empiezan a aparecer pequeñas manchas. Pero no te preocupes, porque existen muchos remedios para que nuestra piel se mantenga joven y tersa.
Bebe mucha agua: el agua no es solo beneficiosa para nuestra piel, sino También nuestro cuerpo y no solo durante la etapa de la menopausia, sino durante toda nuestra vida. Los médicos suelen recomendar beber 1,5L por persona cada día.
Elige una buena crema facial: existen muchas marcas de cosméticos, nosotros nos gusta Clarins porque tienen cremas especialmente diseñadas para mujeres mayores de 50 años.
También hemos escrito sobre las cremas hidratante corporales para nosotras.
4. Intentes evitar los sofocos
Uno de los síntomas extendidos durante la menopausia es los cambios de temperatura corporal y los sofocos.
Seguro que a más de una os ha pasado eso de poneros rojas sin daros cuenta o sentir calor en lugares donde la temperatura no es muy alta.
Suelen ocurrir también durante la noche, en el peor de los casos alguna mujer tiene que cambiar las sabanas!
Pues si te ha pasado no te preocupes es algo natural que todas hemos sufrido alguna vez. No es fácil combatir estos cambios de temperatura repentinos…lo único llevar ropa con cremallera…
5. Descansa y duerme bien
Otro de los síntomas más notables que sufrimos durante la menopausia es que nos solemos notar más cansadas, por lo que es fundamental seguir con una rutina de sueño adecuada, duerme al menos 8h al día, para reponer las fuerzas y afrontar los días con las pilas cargadas.
¡No dejes que nada ni nadie te quite el sueño! sabemos que no es fácil porque con la edad dormimos cada vez menos.
Una iniciativa sería mirar menos la tv y sobre todo menos tarde, algunos programas acaban pasado la media noche. También evitar mirar tu pantalla de movil dos horas antes de irte a la cama. Eso sí que va a ser complicado!
6. Baila, diviértete, sonríe y sobre todo…¡sé feliz!
Aunque en muchas ocasiones la menopausia se asocia por convenciones sociales directamente a la vejez, tristeza o depresión esto no es así. Olvídate de los prejuicios que la vida cambia y que la menopausia no te frene, ni siquiera en el sexo. La sequedad vaginal por ejemplo ser puede resolver fácilmente.
En conclusión, la menopausia es un cambio natural, también tiene muchos aspectos positivos! . Y sobre todo ante cualquier duda acude a tu ginecólogo.
Gracias a la colaboración y la información aportada por la directora del Centro de salud Montesa de Madrid, Milgaros Gónzalez Béjar.
En definitiva, la menopausia y la depresión aparecen de la mano como consecuencia de una bajada de ánimos que se produce por una modificación en la producción de hormonas y como respuesta a otros cambios propios de la edad.
Nuestros hijos se van de casa, no se dispone de la misma energía, nuestro trabajo no nos satisface y nos vemos mayores. No obstante, recuerda que no tienes por qué preocuparte, porque ese bajo estado de ánimo tiene su explicación y no tiene por qué tratarse de un cuadro depresivo.
