El otro día estaba tomando café con una buena amiga explicándole el éxito de nuestra sección sobre nutrición en la web cuando ella me pregunta sobre la diferencia entre nutrición y alimentación. Me pare a pensar y es cierto que ambos términos se suelen usar indistintamente de manera frecuente.
Sin embargo, no es algo que debemos tomarnos a la ligera, pues existen importantes diferencias. Hoy, vamos a intentar explicártelo en profundidad, incluyendo algunos ejemplos para que puedas interiorizar estos conocimientos imprescindibles para tu vida diaria.
Diferencia entre nutrición y alimentación
La nutrición y la alimentación son dos conceptos diferentes, aunque están estrechamente relacionados.
La alimentación se refiere a todo lo que comemos y bebemos, incluyendo alimentos sólidos y líquidos, mientras que la nutrición se refiere a los procesos que ocurren dentro del cuerpo después de que consumimos alimentos y bebidas.
En otras palabras, la alimentación es el acto de proporcionar alimentos y bebidas al cuerpo, mientras que la nutrición se refiere a cómo el cuerpo utiliza los nutrientes de los alimentos y bebidas para mantener una buena salud.
La alimentación está relacionada con el acto de seleccionar, preparar y consumir alimentos y bebidas, mientras que la nutrición está relacionada con la digestión, absorción y metabolismo de los nutrientes en el cuerpo.
La alimentación se enfoca en la cantidad y calidad de alimentos y bebidas que consumimos, mientras que la nutrición se enfoca en los nutrientes que se encuentran en esos alimentos y bebidas y en cómo el cuerpo los utiliza para mantener la salud.
En resumen, la alimentación se refiere al consumo de alimentos y bebidas, mientras que la nutrición se refiere a cómo el cuerpo procesa y utiliza los nutrientes de esos alimentos y bebidas para mantener una buena salud.
Además, no todos los nutrientes se adquieren de los alimentos, ya que algunos de ellos pueden venir de complejos vitamínicos.
Al contrario de lo que uno podría pensar, no siempre necesitas alimentos para funcionar correctamente, de hecho, lo que realmente sí necesitas es nutrirte.
Una buena parte de la población está sobrealimentada pero poco nutrida, es decir, muchas personas que padecen obesidad no cuentan con los suficientes nutrientes para poder desarrollar las funciones de su organismo adecuadamente.
Así, alimentarse con alta cantidad de nutrientes en tu dieta puede provocar efectos beneficiosos o perjudiciales para tu salud.
Una buena dieta, con alta cantidad en nutrientes, puede ayudarte a perder grasa corporal que se encuentre en exceso, ayudarte en la recuperación muscular, el mantenimiento muscular, así como para otros grandes beneficios.
Una persona que se alimente con una dieta carente en nutrientes puede estar más expuesta a obesidad, diabetes, enfermedades del corazón y otras afecciones.
Buena nutrición con alimentación
Para todos los seres vivos, desde las plantas hasta los humanos, la comida es esencial para la supervivencia. Necesitamos ser inteligentes y alimentarnos con el tipo de alimento adecuado para obtener lo mejor para cuidar siempre de nuestros cuerpos y mentes.
Una buena nutrición también puede defenderte de enfermedades y reducir los impactos físicos del estrés y una vida ajetreada. De hecho, durante el estrés se “queman” muchos nutrientes en tu organismo, por lo que es esencial reponerlos.
Por esta razón, debes ser muy crítico con lo que comes. Antes de que escojas un alimento para degustar, pregúntate si contiene nutrientes que van a ayudar a tu organismo a funcionar o si únicamente va a aportarte “calorías vacías”, como sería con una alimentación deficiente en nutrientes.
Grupos de nutrientes
Es importante que distingas también los tipos de nutrientes y en qué alimentos se encuentran mayormente.
Los carbohidratos son la principal fuente de energía para el cerebro. Sin carbohidratos, el cuerpo no podría funcionar correctamente. Las fuentes son las frutas, el pan, las legumbres y los vegetales con almidón, como la patata.
Por otro lado, la proteína es otro macronutriente, un compuesto principal estructural de las células, responsable de la construcción y reparación de los tejidos corporales.
Del 10 al 35 por ciento de tus calorías diarias deben provenir de fuentes de proteínas magras, como carne, lácteos, legumbre o huevos.
Asimismo, la grasa es otro macronutriente, y es considerada como una gran fuente de energía y que, cuando se consume, aumenta la absorción de vitaminas liposolubles, incluidas las vitaminas A, D, E y K. Son preferibles los alimentos ricos en omega-3, como pescado, nueces y aceites vegetales. Otras opciones beneficiosas son las almendras, las semillas de chía y el aguacate.
Consideradas como micronutrientes, son muchas las vitaminas necesarias para el organismo, Por ejemplo, la tiamina se encuentra en las legumbres y ayuda a mantener la síntesis de energía.
La vitamina D ayuda a mantener la homeostasis del calcio, encontrándose principalmente en pescados azules. Las vitaminas se obtienen principalmente a partir de alimentos naturales que han sido poco industrializados y manipulados.
Los minerales también son micronutrientes
Y podemos citarte el sodio, el cual ayuda a mantener el volumen de líquido fuera de las células.
El potasio, que mantiene el volumen de líquido dentro y fuera de las células. Asimismo, el calcio ayuda a mantener y formar tus huesos y dientes fuertes.
Otros minerales conocidos son el magnesio, el fósforo o el cromo, entre otros. Las verduras, frutas y legumbres aportan grandes cantidades de todos estos minerales.
El agua también es imprescindible a la hora de nutrirte. Ayuda a mantener la homeostasis en el cuerpo y transporta nutrientes a las células. Todas las bebidas y alimentos ricos en agua, como la sandía o la lechuga, son básicos para el requerimiento diario de agua.
Los adultos deben consumir de 25 a 35 mililitros de líquidos por kilogramo de peso corporal.
¿Cómo alimentarte saludablemente y con nutrientes?
La mayoría de alimentos que contienen nutrientes han sido obtenidos de la naturaleza, así que no es mal momento para que empieces a eliminar los alimentos excesivamente industrializados de tu hogar.
Es positivo que empieces a hacer una compra que incluya alimentos ricos en nutrientes, centrándote sobre todo en comprar alimentos que provengan directamente de la naturaleza, como las frutas, las hortalizas y la carne de calidad. Es lo que se llama ahora el movimiento «real fooding».
Comer bien no es tan fácil
No es tan difícil aplicar los conocimientos a la práctica. Un ejemplo vendría a ser el de adquirir unas merluzas rebozadas precocinadas en el súper. Está claro que habrían pasado por un proceso de industrialización en el que, con los métodos de conservación y preparado, sus nutrientes habrán sido eliminados por el camino. Al tomarlas estarías obteniendo grasas y proteínas de poca calidad.
Por el contrario, si adquirimos en una pescadería una merluza totalmente fresca, apenas habrá pasado por una cadena industrial, por lo que mantendrá muchos más nutrientes que el producto anterior, aportándonos la energía y minerales necesarios.
Siempre puedes encontrar alternativas que sean sanas y sabrosas, como una fruta obtenida de un huerto ecológico o un yogur natural para los postres o tentempiés.
Como conclusión, a pesar de que muchas personas piensan que alimentarse y nutrirse son sinónimos, y los usan indistintamente, es importante que sepas aplicar la diferencia.
Comer bien y hacer ejercicio son los dos principios de un estilo de vida saludable, por lo que es vital determinar los tipos de nutrientes que necesitamos para mantenernos siempre activos y sanos. La diferencia entre nutrición y alimentación radica en el hecho de escoger alimentos saludables, para que puedas gozar siempre de la mejor salud.
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