Cada vez son más las personas que deciden realizarse un reconocimiento médico para la prevención del ictus, especialmente aquellas que sobrepasan los 45 años y que, por edad y condiciones de vida, son más propensos a tener un impacto de este calibre.
De hecho, los datos indican que en torno a 120 000 personas sufrieron un ictus en España el pasado año, siendo unas cifras similares a las de años anteriores.
Por ello, desde las diferentes asociaciones españolas de salud se promueven acciones para prevenir este impacto, el cual puede llegar a ser mortal en algunos de los casos.
El ictus en España, ¿cómo puede prevenirse?
Se estima que un 16 % de la población española sufrirá un ictus a lo largo de su vida, pero esta cifra se puede reducir si tenemos en cuenta los factores y los vamos reduciendo. Por ello, hay que diferenciar entre factores modificables (con cambios en el estilo de vida) y no modificables:
7 factores modificables para el ictus
Alcoholismo. Tomar bebidas con alcohol de alto grado es perjudicial para tu salud y tener un ictus depende de este factor, por lo que el consumo elevado está directamente vinculado con un mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
Colesterol. Tener un exceso de colesterol en la sangre puede llevar a la aparición de patologías vasculares como el ictus, de ahí que, si tenemos colesterol alto estemos en un riesgo alto de sufrir este impacto. Por tanto, habría que tomar productos que rebajen estos niveles de colesterol.
Diabetes. Se trata de una enfermedad que también eleva el riesgo de sufrir un ictus, especialmente la diabetes tipo 2. De hecho, la intolerancia a la glucosa o la resistencia a la insulina también son factores de riesgo, pues este grado de resistencia se encuentra directamente relacionado con la posibilidad de sufrir un ictus.
Hipertensión. La presión arterial elevada también provoca un mayor riesgo, pues el endurecimiento de las arterias dificulta el paso de la sangre y eleva el riesgo de una posible rotura, pudiendo derivar en hemorragias cerebrales.
Obesidad. Se ha calculado que la obesidad aumenta en hasta 2,5 veces el riesgo de sufrir un ictus, de ahí que también se haga hincapié en reducir este sobrepeso para bajar los casos de accidentes cerebrovasculares.
Sedentarismo. Los estudios también indican que la falta de actividad física afecta a la salud del corazón y a los vasos sanguíneos, independientemente del ejercicio que hagas después. Por ello, es recomendable tener una vida activa y dejar de lado el sedentarismo, el cual también puede favorecer la aparición de la hipertensión y la arterioesclerosis.
Tabaquismo. Fumar mata, ya mencionado por las propias cajas de cigarrillos. De hecho, las personas fumadoras de más de 20 cigarros al día tienen un mayor riesgo de sufrir un ictus, pues la nicotina, los gases oxidantes y el monóxido de carbono son sustancias muy perjudiciales para nuestra salud.
Factores no modificables
A diferencia de lo anterior, hay factores que no se pueden controlar y uno de ellos es la edad. De esta manera, conforme vamos cumpliendo años también vamos aumentando las posibilidades de padecer algún incidente cerebrovascular, bien isquémico o hemorrágico, con un incremento de en torno al 10 % por cada año que pasa.
La raza también es otro factor a tener en cuenta, así como la genética, pues en el 35 % de los casos se achaca a cuestiones de este tipo.
Cómo prevenir un ictus
Si hemos comentado los factores de riesgo, ahora es el turno de referirnos a las recomendaciones para la prevención de un ictus. Comenzando por la dieta saludable y la práctica de ejercicio, todos los demás son aspectos derivados. De hecho, comiendo alimentos saludables y practicando ejercicio unas tres veces por semana estaremos reduciendo el riesgo considerablemente.
Otro aspecto que debemos tener en cuenta es el control del peso, algo que haríamos con la práctica de las dos primeras.
¿En qué consisten estos reconocimientos médicos?
Estos reconocimientos médicos no hacen más que seguir vigilando el estado de nuestra salud y así reducir el riesgo de sufrir un ictus. De este modo, en estos reconocimientos se llevaría a cabo una medición de los niveles generales de todo el cuerpo y así controlar que todo esté en orden. Y si algo no marcha bien, tener la oportunidad de corregirlo de inmediato.
En definitiva, el reconocimiento médico para prevención del ictus es fundamental para minimizar el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular de este tipo. Por ejemplo en Sanitas realizan una evaluación completa, entregando los resultados en el mismo día siempre que la naturaleza de las pruebas y el centro lo permita. Cuenta con equipo médico especializado y todas las pruebas y consultas están coordinadas por un especialista en medicina interna. Además es un servicio al que puedes acceder tengas o no un seguro de Sanitas.
En conclusión, lo positivo es que el ictus lo puedes prevenir siempre y cuando sigas una serie de precauciones de alimentación y ejercicio. En este sentido, la Sociedad Española de Neurología (SEN) indica que el 90 % de los casos de ictus podrían haberse evitado con una buena prevención.
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