Con los mayores días de calor recomendamos hacer varios chequeos. Es importante vigilar la piel, hacerse un control cardiovascular y también un chequeo de hipertensión arterial puede llegar a ser vital para tu salud.
Convertida en uno de los principales problemas de salud del mundo desarrollado, su falta de detección, control y tratamiento puede acarrear graves consecuencias para el cuerpo.
De hecho, la hipertensión arterial y las complicaciones vasculares derivadas de ella son la primera causa de mortalidad en el mundo desarrollado en multitud de franjas de edad.
Y en época estival, con el aumento de las temperaturas, la deshidratación y otras complicaciones, su detección y prevención es un asunto de capital importancia.
Sin necesidad de tener un seguro de salud, Sanitas cuenta con una amplia red de centros colaboradores a nivel nacional en los que realizarse un chequeo exhaustivo. Además, la unidad de Prevención de Sanitas cuenta con chequeos para todas las edades y todas las necesidades.
Pero, ¿qué es la hipertensión arterial?
La presión arterial es la que ejerce nuestra sangre al circular por nuestras arterias. La medida de dicha presión da lugar a un valor numérico conocido como tensión arterial.
Se mide en milímetros de mercurio (mm HG) y su rango de normalidad es de 120/80 mm HG. La primera cifra (120) corresponde a la presión sistólica, conocida también como presión emocional, que se altera con nuestro sufrimiento, dolor o estrés, por poner solo algunos ejemplos.
La presión diastólica (80), es la denominada presión de trabajo, es decir, la presión sufrida por nuestro cuerpo debido a su funcionamiento. Sin descuidar la primera está es, sin duda, la que puede acarrear mayores consecuencias negativas en nuestra salud.
Por ello, toda elevación media por encima de los valores 140/90 mm HG, sostenida en el tiempo, se podría considerar hipertensión arterial.
Influida por la dieta, el estrés, factores genéticos, ambientales y físicos, su presencia en el mundo desarrollado genera en la salud general de la población multitud de incidencias potencialmente graves.
Síntomas de la hipertensión arterial y factores de riesgo
La mayoría de las personas con presión arterial elevada no presenta signos ni síntomas hasta que ya es demasiado tarde. Cuando aparecen, lo hacen en forma de complicaciones cardiovasculares graves como infartos de miocardio, cardiopatías de origen isquémico o accidentes cerebro vasculares (ictus hemorrágico). Por ello es apodada, de manera coloquial, como «la asesina silenciosa».
Incidencia de la enfermedad
Al año, mata en el mundo a más de 7,5 millones de personas según la OMS (Organización Mundial de la Salud). En España afecta a más de un 35% de la población (más de 11 millones de personas).
La obesidad, la edad avanzada, problemas renales, el estrés, el abuso de sal en la dieta, los hábitos de vida poco saludables relacionados con el alcohol y el tabaco, la falta de ejercicio o diversos factores genéticos son decisivos para sufrir o no esta enfermedad.
De hecho, todos los sistemas de salud y de prevención de los países desarrollados tienen programas específicos para detectar, tratar y controlar la hipertensión arterial.
En verano, además, el peligro de padecerla se agrava debido al aumento del calor, que genera cuadros de deshidratación, lo que propicia efectos vasoconstrictores en las arterias y, por consiguiente, una elevación de la misma.
Ya de por si elevada, la combinación de hipertensión y calor estival convierte a quienes lo padecen en verdaderas bombas de relojería.
Importancia de la prevención
Visto todo lo anterior y antes de que comience el verano, revisar en tu médico la tensión arterial, las manchas en la piel, el sistema cardiovascular y otras partes de tu organismo hará que tanto tu salud como tus vacaciones sean excelentes y sin sobresaltos desagradables. Una vez más, la prevención se antoja imprescindible para una mejor calidad de vida.
En definitiva, realizarse un para detectar la hipertensión arterial te permitirá actuar de manera eficaz contra este enemigo silencioso que aumenta su peligrosidad con el calor del verano. Nuestro consejo: cuida y vigila tu cuerpo para vivir una vida más sana y plena.