Hoy sentada en el sofá, calentita y viendo la lluvia, he pensado que no hay nada mejor que una buena merienda. ¿Qué os parece si nos tomamos un café y un trozo de bizcocho mármol?
Vamos a preparar un buen bizcocho mármol casero
Empezamos por la crema de avellana
Siempre tengo en la nevera crema de avellanas natural. Es facilísima de hacer solo necesitamos 200 gramos de avellanas, 1 tableta de chocolate de 90% cacao y 200 ml de leche.
- Calentamos la leche
- deshacemos el chocolate en ella
- añadimos las avellanas trituradas.
Fijaros que no añado ni aceite, ni azúcar. Puede ser que el resultado no sea dulce, pero os puedo garantizar que nos quita el morbo del mismo.
En el desayuno con una tostada está increíble y de vez en cuando un lujo no nos viene mal.
Entonces pensé que si utilizábamos esta crema para hacer un bizcocho podríamos obtener un buen resultado.
Ingredientes para nuestro bizcocho mármol casero
Ingredientes:
• 1 yogur natural
• 3 de harina de avena sabor manzana
• 1 medida de azúcar
• 1 medida aceite girasol
• 1 sobre de levadura
• 4 huevos
- Mezclamos primero los productos secos, es decir harina y levadura
- después vamos añadiendo el resto de los ingredientes uno por uno
- hasta que no esté bien mezclado un ingrediente, no añadimos el siguiente.
En un molde de plum cake forrado de papel vegetal, colocamos una capa de nuestra crema de avellanas y después añadimos la masa de nuestro bizcocho.
Calentamos el horno a 200 grados y pasados 10 minutos introducimos nuestro bollo.
* Mi truco: siempre lo tapo con papel de plata por encima para que el calor no dé directamente en la masa.
Pasados 25 minutos, vemos como va pinchando con un palillo y retiramos ya el papel para que se coja buen color por encima. Cuando ya está dorado lo sacamos y dejamos enfriar. Una vez frío desmoldamos.
Como podéis ver en la foto la crema de avellanas queda en el fondo y el resultado cuando lo parte es muy bonito, crema de avellanas y bizcocho.
¡Menos azúcar y más fruta!
Si no tenéis harina de avena no hay problema, utilizamos la que tengamos y ponemos una manzana triturada o un mango, o la fruta que tengamos, simplemente añado fruta y quito azúcar.
Y no solo porque el azúcar no sea lo mejor para nuestro organismos, sino porque la fruta si lo es y debemos intentar si no nos gusta, añadirla disimulada a nuestra comida, por los beneficios que nos aporta.
Por ejemplo con un kiwi, un pelin de agua y la fruta que queráis podeis hacer a fuego muy flojo, una excelente mermelada casera, sin añadir ni una solo cucharada de azúcar.
Solo un inconveniente, que como no lleva ningún conservante os dura 3 o 4 días en la nevera. Pero os digo una cosa, mientras preparo la cena, el día que la necesito la voy preparando.
Hay que cuidarse y ya veis lo fácil que puede ser a veces.
Bueno espero que os haya gustado el bizcocho y que la próxima tarde que estéis en casa y queráis merendar os acordéis de este dulce.
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En fin, para volver a la lluvia, a mi me encanta la lluvia. Ya sé que me vais a decir que es incomoda, que no puedes caminar, etc…pero a mi me encanta. En una película cuyo título no recuerdo, la protagonista está enferma terminal y cuando llovía le gustaba ver como se empapaba, y como explicaba “la lluvia le hacia sentirse viva. Yo estoy sana como una manzana, pero también me hace sentirme viva, no hay nada mejor que el olor a tierra mojada.
Buena semana y os espero nuevamente aquí, en Babú Magazine.
