Durante el verano, a veces apetece darse 5 duchas al día. El calor nos anima a refrescarnos, a eliminar el sudor. Pero, aunque no se trata de renunciar a la higiene, algunos dermatólogos advierten de que limpiarse todos los días desde los dedos de los pies hasta las puntas del pelo no es una buena idea. Te explicamos por qué.
¿Hay que limpiarse el cuerpo todos los días?
No necesariamente. Algunos pacientes de dermatología llegan a la consulta por picores, pero antes de aplicarles cremas hidratantes, se les suele pedir que comprueben que no se han lavado demasiado. Se puede lavar, incluso todos los días, pero no necesariamente con jabón. Es recomendable lavarse a diario determinadas zonas para evitar olores y problemas infecciosos: axilas, pubis, entre los dedos de los pies. Pero todo el cuerpo puede enjabonarse 1 día de cada 2 o incluso 1 día de cada 3.
Estas recomendaciones deben adaptarse en función de la estación, el tiempo, el tipo de piel y las actividades que se realicen. Evidentemente, si se va de excursión durante una ola de calor en julio, lo mejor es darse una ducha jabonosa después. Pero en invierno, la limpieza diaria puede provocar sequedad cutánea o incluso eccemas.
Esta enfermedad, caracterizada por una inflamación no contagiosa de la piel acompañada de enrojecimiento, finas ampollas, escamas y picor, también suele afectar también a los adultos. Si estás afectado, debes extremar la higiene, eligiendo ciertos productos específicos para la ducha.
¿Por qué no es aconsejable la limpieza diaria para pieles maduras?
El exceso higiénico es perjudicial para la piel, sobre todo la más sensible y seca. Lavarse sirve para eliminar bacterias, malos olores y piel muerta. Cuando nos lavamos con jabón, retiramos la película hidrolipídica protectora de la piel y, cuando se seca, tarda varias horas en reconstituirse. Las personas que se lavan dos veces al día en invierno, que se enjabonan todo el cuerpo, que se frotan con un guante, más aún si es de crin, corren el riesgo de irritarse la piel.
Estas recomendaciones son especialmente importantes para las personas mayores por dos razones. Con la edad, la piel se reseca, produce menos sebo, la película hidrolipídica se reconstituye más lentamente, la piel se vuelve más fina y las personas mayores tienden a sentir tirantez y picor. Razón de más para redoblar la rutina de cuidado de la piel…
En segundo lugar, las recomendaciones de lavarse, no demasiado a menudo ni con cualquier producto, son recientes. Los mayores creen a veces que tienen un olor determinado y tienden a tomar medidas hiperhigiénicas: baños regulares y limpieza abundante con jabón. Esto aumenta la sequedad de la piel, que es fuente de picores.
Y esto puede conducir a un círculo vicioso: cuanto más ganas tienes de rascarte, más te duchas o friegas con jabón…
¿Es realmente necesario enjabonarse enérgicamente la parte superior de los muslos todos los días?
Según nuestros especialistas interrogados, no. Pero va en contra de los mandatos de nuestra sociedad tan higiénica y del marketing. E insiste: «eso no significa que no haya que ducharse si apetece. Sobre todo si es sinónimo de relajación o ayuda a despertarse por la mañana».
Eso sí, con algunas condiciones: puedes ducharte en lugar de bañarte, una ducha rápida (el planeta te lo agradecerá), con agua templada en lugar de caliente (no recomendable para pieles secas). Sobre todo en verano, cuando hace mucho calor, no dudes en pasar unos segundos por la ducha para refrescarte. Sécate con palmaditas o al aire libre. La única restricción es para los pies: si no los secas bien, especialmente entre los dedos, puedes contraer infecciones fúngicas.
Algunos dermatólogos también hacen hincapié en el desmaquillado, que puede resultar violento para las pieles finas y secas. Eso puede suceder si te frotas la cara todas las noches con productos desmaquillantes y un guante áspero. Así que, lo mejor es utilizar el maquillaje ligero, fórmulas fluidas menos grasas. Después de desmaquillarte con los productos más suaves posible, pulverízate la cara con una bruma, tiene un efecto refrescante y antiinflamatorio.
Durante el día, puedes utilizar un spray reutilizable, disponible en farmacias, que te ayudará a combatir el calor durante todo el verano, o un spray con agua termal de manantial, menos calcárea que el agua del grifo.
¿Qué productos debo utilizar para lavarme?
Puedes ducharte todo lo que quieras, el problema es el detergente que añadas. A menudo oímos decir que «los jabones más sencillos son los más sanos», ¡pero no es cierto! Por ejemplo, el jabón de Marsella no está hecho para lavar la piel, sino la ropa, porque es un detergente muy fuerte.
Aconsejamos acudir a la parafarmacia y utilizar lociones y cremas limpiadoras en lugar de los jabones y geles desmaquillantes de los supermercados. Para las pieles secas, recomendamos usar aceites limpiadores en lugar de jabones muy emulsionantes.
¿Con qué frecuencia hay que lavarse el pelo pasados los 50?
Las opiniones difieren sobre esta cuestión. Puedes lavarte el pelo tan a menudo como quieras, pero de nuevo, no con detergente. Tal vez no todos los días. Pero depende de la calidad del cabello. Lavarse el pelo con champú cada dos días para quienes lo pierden rápidamente y cada cuatro días para quienes sufren sequedad.
A medida que envejecemos, nuestro cabello suele ser menos graso ¡y tenemos menos pelo!. Por eso es mejor espaciar el champú y el cepillado, para intentar mimar el cabello. Algunas personas pueden querer utilizar un champú voluminizador o un producto que haga brillar su cabello, por razones estéticas.
Sin embargo, si sientes que el cuero cabelludo te pica y está tirante, debes espaciarlo. Otra situación en la que hay que extremar la vigilancia, y posiblemente consultar a un dermatólogo, es si se nota que los hombros están salpicados de caspa, por lo que es importante elegir un champú especial de farmacia. No te pierdas nuestro post sobre cómo preparar nuestro cabello para el verano
