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«Les Fauves», pasión por el color en la Fundación Mapfre

Si tienes pasión por el color, hasta el 29 de enero de 2017, podrás visitar la Fundación Mapfre donde descubrirás una muestra que reúne, una completa y cuidada presentación del fauvismo: más de un centenar de pinturas, así como numerosos dibujos, acuarelas y una selección de piezas de cerámica. Siempre es un placer visitar la Fundación Mapfre, por solo 3 euros (gratis el lunes); tenemos la posibilidad de ver obras fantásticas, muchas de ellas pertenecientes a coleccionistas privados.

Fuimos un sábado sobre las 15h, si podéis os lo recomendamos como hora de visita ya que es una exposición con gran cantidad de obras y es un placer visitarla con poca gente alrededor. Os va a encantar ver la exposición porque se aprecia perfectamente la emoción del artista en el cuadro, el tipo de pincelada, la textura de los oleos. El conjunto de colores te hace comprender muy bien lo que es el Fauvismo. La inmediatez del artista, el concepto que tenían de paisaje, de retrato, es muy interesante leer todos los comentarios de los cuadros para conocer curiosas anécdotas entre los Fauvistas.

 

Raoul Dufy, L'Estacade du Casino Marie-Christine à Sainte-Adresse, c.1906 Milwaukee Art Museum, regalo de Mrs. Harry Lynde Bradley
Raoul Dufy, L’Estacade du Casino Marie-Christine à Sainte-Adresse, c.1906 Milwaukee Art Museum, regalo de Mrs. Harry Lynde Bradley

¿Que podrás ver?
El fauvismo es sinónimo de libertad, de fuerza, de transgresión. En la pintura fue el estandarte de la revolución del color, de la ausencia de la perspectiva y del desapego a la tradición. La intensidad y la vitalidad arrolladora de un grupo de jóvenes artistas formados en distintos talleres modificaron el curso del arte en la primera década del siglo XX.
Henri Matisse fue su representante por excelencia y estuvo acompañado por otros artistas con los que compartió una nueva visión de la pintura y un deseo constante por aprender y experimentar. Matisse junto a André Derain y Maurice de Vlaminck lideraron el grupo, en el que también se incluyeron Albert Marquet, Henri Manguin, Charles Camoin, Jean Puy, Raoul Dufy, Othon Friesz, Georges Braque, Georges Rouault y Kees van Dongen.
Estos defensores a ultranza del color exacerbado y de la ejecución de la obra a través de la percepción individual desarrollaron varios temas con especial dedicación, como los retratos entre los miembros del grupo, los paisajes lumínicos, la atmósfera del mediterráneo francés, los espacios intimistas y la sórdida atmósfera nocturna.
En este breve, pero apasionado periodo artístico, los fauves sucumbieron a las fuentes del postimpresionismo de Van Gogh, Cézanne y Gauguin y al neoimpresionismo de Signac, de tal manera que el conjunto de su obra se consideró como una revelación única para el cubismo y el expresionismo, dos de las vanguardias más relevantes de principios del siglo XX.

 

Kees van Dongen, Femme nue blonde, 1906 David Nahmad, Mónaco
Kees van Dongen, Femme nue blonde, 1906 David Nahmad, Mónaco.

 

La exposición en 4 puntos
Color. Los fauves defendieron la independencia del color como su máxima. La supremacía y la arbitrariedad del color, junto al trazo impetuoso y a la libertad de ejecución, son los principales rasgos de las obras de estos artistas.
Intensidad: Fue un movimiento controvertido, profuso y exuberante liderado por Henri Matisse, André Derain y Maurice de Vlaminck. Su existencia fue muy breve, alrededor de cuatro años y en su obra se palpa el vigor de la juventud, el gozo de la camaradería y el eco de una continua experimentación.
Vanguardia: el arranque oficial del fauvismo tuvo lugar en el Salón de Otoño de París de 1905, acontecimiento donde un crítico de arte les bautizó como fieras –fauves- sorprendido ante la amalgama de colores y la originalidad de las composiciones. Esta conjunción de principios artísticos venía dada por la influencia de los últimos movimientos pictóricos del siglo XIX, que los fauves supieron aprehender y derivar posteriormente en las primeras vanguardias del siglo XX.
Acróbatas de la luz. Estos artistas fueron los últimos que pintaron «à plein air», al aire libre. Matisse se entusiasmó con la luminosidad de Signac en Saint-Tropez y compartió con Derain el verano en Colliure, donde elevaron las tonalidades de sus paletas. Otros miembros del grupo -Camoin, Manguin y Marquet- también fueron seducidos por la luz mediterránea, que queda reflejada sobre todo en las vibrantes naturalezas, en las vistas marinas y en los cuidados desnudos. Poco después, Braque, Dufy y Friesz pusieron su atención en los pueblos pesqueros y en el júbilo de las villas engalanadas por las fiestas populares.
Información práctica:
Fecha de fin: 29/01/2017
Precio: 3 euros, excepto el lunes gratis.
Localización: Paseo de Recoletos 23, 28004 Madrid

 

André Derain, Henri Matisse, 1905 Tate: Adquirido en 1958
André Derain, Henri Matisse, 1905 Tate: Adquirido en 1958
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