¡Hola Babús¡ ¿Cómo estáis? Para mi ha sido una semana magnífica. Os acordáis que comenté que iba a tener dos nietos o sobrinos como dice su madre, pues ya están aquí.
Mateo y María llegaron por fin el lunes. El martes fui al hospital a verlos y allí estaba la abuela por título propio Pilar, la madre de mi Estercica. Al principio cuando la vi manejar a los niños pensé que era la Jefa de Pediatría. Cuando se dio la vuelta la reconocí. Ha rejuvenecido 20 años con los nietos. Estaba guapísima y eso que había pasado muy mal rato por su hija. El parto fue muy largo pero mi chica no puede ser más dura. Herencia de su madre. No pierden la sonrisa del rostro y posiblemente por mucho menos, otros la habrían perdido. Desde aquí le mando un abrazo fuerte a Pilar que estará ya en su Albacete natal.
Pensando en los dos bombones que ahora tengo y en homenaje a ellos, hoy vamos a preparar una fantástica receta de tarta de tres chocolates, que hará las delicias de los niños y de los mayores y que además es facilísima de hacer.
Ingredientes para ocho personas
- 1 litro de nata para montar
- ½ litro de leche
- 200 grs. de chocolate negro
- 200 grs. de chocolate con leche
- 200 grs. de chocolate blanco
- 3 sobres de cuajada
- Galletas Maria, bizcochos de soletilla, pan de leche , etc.
- Molde, si es redondo será de 25 cm de diámetro.
- 100 grs. de mantequilla
Primero frotamos el molde con mantequilla solo en la base para que después se desprenda el pastel con facilidad.
La base la podemos hacer con galletas, es suficiente un paquete de esos redondos entero. Se trituran las galletas, para ello se meten en una bolsa y con un mazo de la carne o con una mano de mortero se machacan. Las ponemos en una fuente y añadimos la mantequilla, mezclando bien hasta conseguir una pasta tipo serrín. Con ella forraremos el molde.
Si no os gustan las galletas, la base se puede hacer con un bizcocho comprado, suizos , pan de leche, el producto que más os guste y hacéis lo mismo. Desmenuzáis los bollos, incorporáis la mantequilla derretida y lo mezcláis todo bien hasta obtener una pasta.
La capa que yo pongo es finita porque entiendo que lo importante es el chocolate, pero eso va en gustos. A mi realmente me sobra con las capas de chocolate.
Vamos a hacer nuestras capas.
En una olla grande mezclamos la nata con la leche y la batimos con la minipimer para que se mezclen bien.
Un tercio de esta mezcla emplearemos para hacer cada capa.
La primera será de chocolate negro. Partimos en onzas, añadimos unas cucharadas de agua e introducimos en el microondas a potencia baja durante 3 minutos. Necesitamos que el chocolate se derrita, pero si utilizásemos una potencia alta podría quemarse.
En un cazo ponemos a calentar un tercio de la leche mezclada con nata, separamos un poco en un vaso. En el vaso añadimos un sobre de cuajada y removemos bien hasta conseguir que esté perfectamente disuelta. Ponemos nuestro cazo a calentar a fuego lento (6) y cuando comienza a estar caliente añadimos el chocolate negro. Removemos bien para que se mezcle todo perfectamente y entonces añadimos la mezcla del vaso. Bajamos el fuego al 5 y removemos continuamente durante 5 minutos, hasta que comprobamos que se ha espesado el chocolate.
Es fundamental tener el fuego bajo y remover continuamente.
Cuando vemos que espesa, con un cucharón vamos poniendo la mezcla en el molde, encima de la base. Vamos echando la mezcla con cuidado para no arrastrar la base.
Esperamos a que se enfríe y se espese más. Una vez que ha espesado, con un cuchillo hacemos rayas en diagonal por la superficie. Las rayas tienen que ser superficiales, pero evita que se mezclen unas capas con otras.
Ahora hacemos la capa de chocolate con leche de la misma manera que la anterior. Cuando la primera capa está fría y hemos hecho las rayas diagonales, vamos añadiendo esta nueva capa de chocolate con leche. Esperamos que se enfríe esta capa y actuamos igual con el chocolate blanco.
Podemos decorarla con fideos de chocolate, con cacao en polvo, podemos hacer una cruz con el cacao, es decir podemos presentarla de muchas formas.
Hoy he utilizado un molde en forma de corazón, porque el amor cura y estamos en una fechas en las que deseamos curar todo.
Y amor en forma de corazón es el que envío desde aquí a Ester y toda su familia, porque para ella serán sus Navidades más especiales. Estará celebrándolo por primera vez con María y Mateo.
Ahora me gustaría desearos una muy Feliz Nochebuena y una mejor Navidad, hagamos ejercicio como dice Carlos, nuestro entrenador, para engordar menos de lo habitual y no olvidéis que: “Si la vida te da mil razones para llorar, no le hagas caso y sonríe. Haz de tu vida un sueño y de tu sueño una realidad, porque hay un millón de razones para que tengas una Feliz Navidad».
Os quiero y os espero una vez más antes de finalizar el año.
