‘amor50’

Teatro: «La gran cocina del Mundo»

Por Javier Aguado

Permítanme ese título con aires calderonianos para referirme a una obra excelente de teatro que tenemos ocasión de ver hasta finales de mes en el Valle-Inclán. «La cocina» de Arnold Wesker,  que en su juventud se ganó la vida como cocinero y luego cuando ya comenzó con su escritura teatral, se instalaría en la nómina de aquellos jóvenes británicos junto a los Osborne, Pinter, etc. Y es que en ese escenario excepcional de una cocina en plena ebullición laboral bullen diversas nacionalidades, prejuicios raciales, hostilidades, celos, amor, odio…Todo el teatro del mundo.

Puede ser cualquier época intemporal, aunque el autor situa la acción en el Londres de los años 50, en plena posguerra para, según Wesker ”bocetar una metáfora del mundo en que vivimos, mezclando nacionalidades, razas y culturas diversas” haciendo a los personales  convivir y sobrevivir en torno a un epicentro creativo de un restaurante de mil quinientos comensales diarios, donde trabajan y se deshumanizan día a día”.

Peris-Mencheta, el director ha dado forma a los 28 personajes interpretados por 26 actores, que han practicado distintos acentos para dar vida a un micro universo habitado por griegos, alemanes, franceses, polacos o ingleses. Sin duda, él mismo reconoce que es el proyecto más importante de su vida como director. Una deuda personal que adquirió hace 20 años cuando montó con amigos, compañeros y actores profesionales esta obra en un centro cultural de Orcasitas y hoy varios de ellos repiten en este nuevo montaje, incluida Silvia Abascal que, en aquel momento, soñaba con hacer de Molly, mientras cortaba entradas en la puerta y hoy es la protagonista de esta historia de amor entre cazuelas.

 

Escena de La Cocina en el Teatro Valle Ínclan
Escena de «La Cocina» en el Teatro Valle-Inclán

Ahora el CDN dispone de medios para afrontar un desafío casi operístico, con ese elenco de actores con rostros populares como el de la propia Abascal, Roberto Álvarez, Alejo Sauras, también la ex gimnasta Almudena Cid, una de las revelaciones de esta obra en la que todos interpretan su papel sin desentonar en absoluto y eso que hay momentos que te dan ganas de gritar ¡basta¡, al asumirte en ese revuelo in crescendo de comandas cantadas a voz en grito,de cacerolas entrechocando en temperatura a punto de ebullición. Los actores se mueven detrás de las encimeras, con lo que solo se les ve de cintura para arriba, sin presencia de alimentos, aunque a siempre tienes la sensación de ver como cortan las cebollas, o pelan las patatas o destripan una sardina.

La cocina como trinchera, donde se desgasta un batallón enharinado: afanes, sartenes flamígeras, pasiones latentes y estallidos de violencia. Teatro coral en que 26 actores no paran, pasándose la palabra y los cazuelas para mostrar que los conflictos entre nacionales e inmigrantes, inconformistas y sumisos, personal de cocina y de sala, difuminan el conflicto esencial entre empresario y empleados .La cocina es mucho más que una cocina. Enhorabuena a Peris Menchete por hacer posible esta producción que solo se puede hacer en un teatro publico, como debe ser, para eso están, para hacer estos proyectos a los que no pueden llegar los privados.

Hasta el 30 de diciembre de 2016

Teatro Valle-Inclán

Horario: de martes a sábado 20:30 horas y domingo 19:30 horas

Duración: 2 horas y 15 minutos sin descanso

Los días 8 y 9 de diciembre de 2016 funciones accesibles para personas con discapacidad auditiva y visual

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