Por Javier Aguado
No es necesario cientos de obras y un macro espacio para hacer realidad un proyecto, en este caso una exposición, que te enseñe, que te ponga en consideración ideas muy válidas, que te reconforte y todo ello en una espacio no muy grande, más bien pequeño, que ocupa las recién estrenadas salas de exposiciones del Instituto Libre de Enseñanza, en el paseo General Martínez Campos, 14 y que se puede visitar hasta el 23 de abril. Y además, pueden aprovechar para conocer la polémica transformación arquitectónica de la sede de este Institución.
El pedagogo e historiador de arte Manuel Bartolomé Cossío (1857-1935), uno de los más destacados de la Europa de su tiempo, sirve de hilo conductor para figuras tan importantes como El Greco, la Institución Libre de Enseñanza, Toledo, Giner de los Ríos, Misiones Pedagógicas, Gregorio Marañón…Por supuesto que el montaje ha de ser apretado, pero muy acertada en su selección, a cargo del comisario Salvador Guerrero, asesorado por Javier Portús, conservador de pintura española en el Museo del Prado.
El recorrido de la muestra se ha establecido en cinco pequeños espacios dedicados a
- 1) Cossío:”El arte de saber ver”, una de sus frases afortunadas ;
- 2) El Instituto Libre de Enseñanza y la historia del arte;
- 3) Cossío y el Greco;
- 4) El Toledo de Cossío y la ILE
- 5) Cossío, la tradición liberal y las Misiones pedagógicas.
Cossío fue el principal y más cercano discípulo de Francisco Giner de los Ríos, cuya labor del frente de la ILE continúa tras la muerte de éste en 1915, poniendo en marcha un año después la Fundación que lleva el nombre del maestro, con el fin de velar por el patrimonio material e intelectual de la ILE y darle continuidad. Al cumplirse cien años la Fundación Giner de los Ríos y la ILE han querido rendir homenaje a Cossío y dar a conocer su legado intelectual, contando como en otras ocasiones con la ayuda de Acción Cultura Española.
En los diferentes espacios de la exposición se ha logrado reunir un conjunto excepcional de documentos, fotografías, filmaciones de la época, cartas, trajes, libros, revistas, manuscritos o piezas de cerámica que se exhiben junto a una selección de pinturas y esculturas de ,entre otros, El Greco, Aureliano de Beruete, Ramón Casas, Joaquín Sorolla. Carlos de Haes, Joaquín Torres-García, Federico García Lorca, Benjamín Palencia o Salvador Dalí.
En el proceso de estudio riguroso de la figura del Greco que sería considerada desde finales del XIX como uno de los grandes maestros de nuestra pintura, fue clave el trabajo de Cossío con su primera monografía, El Greco. con su catálogo razonado de casi 500 obras, dedicadas al artista, obra de referencia en la historia del arte. El ILE fue el epicentro de esta reivindicación.
Una parte de la exposición está dedicada a Toledo como crisol de culturas, entre tradición y vanguardia. Toledo es para Cossío la “ciudad que ofrece el conjunta más acabado y característico de todo lo que ha sido la tierra y la civilización genuinamente españolas… el resumen más perfecto, más brillante y más sugestivo de la historia patria”. Y no podía faltar una referencia a Marañón y su Cigarral de menores y esas pinturas de Sorolla, Berruete y esas fotografías que dan testimonio de aconteceres históricos ,como las misiones pedagógicas, el proyecto más querido para Cossío de los impulsados por la Segunda República.
Hay tiempo para visitar esta muestra pero no lo dejen pasar sin verla.
