Antes de comenzar una descripción detallada de la intolerancia a la lactosa y los síntomas de una persona cuando padece este problema de salud, queremos hacerte la siguiente pregunta: ¿se puede vivir sin lactosa?
Y es que parece increíble que muchos productos tengan incorporada esta sustancia que, simplemente, es un azúcar de la leche de los mamíferos. Y si te preguntas si la leche humana la tiene, sí, la tiene pues, aunque no lo parezca, somos mamíferos.
De forma que este disacárido natural, es decir, molécula que se compone de dos partes, que son la glucosa y la galactosa, está incorporado en alimentos que no son lácteos.
Así que, sí, se puede vivir sin tomar lactosa y no influye para nada en la salud, pues los azúcares necesarios para cualquier persona se encuentran en una gran cantidad de alimentos naturales.
Intolerancia a la lactosa en adultos
¿Por qué hay personas que tienen intolerancia a este azúcar?
Cuando nacemos, hay bebés cuyo sistema digestivo no ha madurado suficientemente. Este no produce una enzima necesaria para romper la lactosa en esas dos mitades: glucosa y galactosa. Dichas partes son las que, finalmente, los humanos absorbemos.
Esta enzima es la lactasa. Imaginemos que queremos partir un alimento en dos mitades para comerlo y no tenemos cuchillo, pues la lactasa es el cuchillo. Se encuentra en el intestino delgado, pero si es deficiente, o simplemente la persona no la produce, pues no puede digerir la lactosa. Es sencillo, ¿verdad?
Los síntomas de la intolerancia no son poca cosa!
La verdad es que, al saber qué es una imposibilidad de absorber la lactosa, podemos creer que no tiene importancia, pero sí la tiene. Porque se produce una indigestión en la persona cada vez que consume un producto lácteo o toma alimentos que lleven lactosa en su composición.
– El cien por cien de los intolerantes sufren de dolor abdominal y padecen una distensión en el abdomen que es muy molesta.
– Sufren de una gran cantidad de borgborismos. Esta palabra tan fea indica que se tienen ruidos y movimientos intestinales muy fuertes, por tener gran cantidad de gases.
– Flatulencia. Se sufre de muchos gases y, además, dificultad para expulsarlos, lo cual aumenta el dolor abdominal.
– También es muy frecuente sentir náuseas, tener vómitos y estar estreñido constantemente.
Pero cada persona sufrirá estos síntomas de una manera distinta según:
– La cantidad de productos con lactosa que consuma. A mayor cantidad más síntomas y más graves. Tiene lógica, ¿verdad?
– Además, si se consumen otros alimentos al mismo tiempo, se aminoran los síntomas.
– El tipo de lácteo que se tome es importante por la cantidad de lactosa que tenga.
– La cantidad de lactasa que genere la persona puede tener algo de enzima o nada en absoluto.
– La velocidad del tránsito intestinal y su cantidad de movimientos.
– La flora intestinal de la personas y su capacidad de absorción de agua.
¿La intolerancia a la lactosa produce cansancio?
No se ha demostrado que la intolerancia a la lactosa produzca cansancio directamente. Sin embargo, si los síntomas gastrointestinales asociados con la intolerancia a la lactosa son lo suficientemente graves, pueden afectar el sueño y la calidad de vida en general, lo que puede llevar a sentirse cansado. Además, si se evitan los productos lácteos como resultado de la intolerancia a la lactosa, esto puede llevar a una ingesta reducida de nutrientes importantes como el calcio, lo que puede tener un impacto negativo en la energía y el estado de ánimo.
Es importante hablar con un médico o un dietista si se sospecha de intolerancia a la lactosa o si se experimenta fatiga persistente, para determinar la causa subyacente y recibir un tratamiento adecuado.
Diagnóstico de la intolerancia a la lactosa en adultos
Muchas personas no saben que tienen esta intolerancia y no relacionan sus problemas con la leche. Pero esta dificultad digestiva, si se complica, puede producir fatiga, cansancio, dolor en los músculos y articulaciones, mucosas secas, úlceras en la boca, sentimiento de nerviosismo, decaimiento o depresión, falta de concentración o reacciones alérgicas. De ahí la importancia de un diagnóstico temprano.
¿Por qué algunas personas la sufren y otras no?
Parece que hay un factor genético muy importante, ¿ya te lo imaginabas, no? Se ha comprobado que los pueblos que han sido tradicionalmente ganaderos a lo largo de la historia, son menos propensos a esta enfermedad.
¡Pero, atentos, la mayoría de la población mundial adulta tiene deficiencia de esta enzima! Los que menos tienen intolerancia son los indoeuropeos, en el norte y centro de europa.
Si la deficiencia de lactasa es genética, se va notando cada vez más y la persona tiene estos síntomas en la edad adulta. Hay situaciones en las que, por infecciones gastrointestinales, se sufre de intolerancia a la lactosa de manera transitoria, es decir, cuando se recupera de la infección se vuelve a poder tomar lácteos.
La intolerancia a la lactosa ha existido siempre, pero a partir de la universalización del consumo de lácteos, se han manifestado más casos.
¡Ahora nos podemos hacernos la pregunta:¿ debemos tomar leche después de los 50?
¿Es importante detectarla?
¡Es importantísimo! Si no, sigues consumiendo lácteos y puedes sufrir lesiones de la mucosa intestinal que, además, agravan esta enfermedad.
No debes confundir la intolerancia con la alergia a la leche. Se producen por causas distintas, la alergia se tiene a una proteína, se da en los niños, y produce síntomas alérgicos e incluso anafilaxia con riesgo de muerte.
Conclusión
Las personas que sufren intolerancia a la lactosa son numerosas. Por eso, debes estar alerta y prestar atención. Si te la han diagnosticado, consume productos fermentados, como yogures y quesos. Lleva una alimentación equilibrada y mira las etiquetas de los productos industriales. Existe un sello oficial para los productos sin lactosa. ¡Búscalo!
